Los que se acercaron a ver esta película y esperaban algo parecido a La fuga de Alcatraz, Cadena perpetua o algo parecido la llevaban clara. También advierto que los que venían buscando que Daniel Radcliffe cogiera una madera en la carpintería e hiciera un truco de magia a lo Harry Potter, también la llevan clara.

Sí, es un hecho real y eso parece que es un aliciente extra a verla, el problema es que no ofrece nada más allá de dos chavales que son encarcelados y hacen todo lo que está a su alcance para fugarse. No se profundiza para nada en los personajes, habrían venido muy bien los flash-backs para saber un poco más de la vida de los protagonistas y porque acabaron realmente en prisión, conocer un poco más de la situación del país en dicho momento, así nos uniría a dichos personajes cierta empatía y no el simple hecho de vivir como trazan el plan de escape.

Es cierto que la atmósfera de tensión funciona perfectamente en todo momento, gran parte de culpa gracias a Radcliffe, quien con esos primeros planos nos traspasa el nerviosismo más allá de la pantalla. La película es bastante entretenida sin pretensiones, se deja ver y se pasa bastante rápida. Se agradecería algunos subtítulos al final del film para saber que pasó con cada uno de los personajes que intervienen.