Con la boca grande lo digo y lo dejo escrito por aquí, la mayor decepción cinematográfica que he visto en este ya casi concluido 2014. Y mucho más decepcionante cuando se que mi gran querido Ridley Scott ha sido el director de este gran pastel al cual le ha fallado la harina al sacarlo del horno.

Me he leído a lo largo de mi vida muchas veces pasajes del antiguo testamento, de cabo a rabo, y recuerdo esos pequeños matices de la historia, la ambientación en la que se llevaban a cabo los acontecimientos, los personajes, los diálogos y me gustaría saber quien fue el que le quitó la biblia al guionista de Scott y se lo cambió por lo que nos hemos encontrado en pantalla. Y muy especialmente cuando el título lo intuye todo, Exodus. La historia debía centrarse de forma exclusiva en la liberación del pueblo hebreo.

Me imagine el pedazo de historia, la dirección de Scott y los efectos especiales y yo solo erróneamente me imagine la mejor película del 2014. Resumo el sentir de esta película en el señor que se sentó al lado mío en el cine, poco más de media hora de haber comenzado la proyección, estaba atrapado en los brazos de Morfeo.

Bale no transmite nada del personaje, incluso no se comporta como debería ser, es un ser sin sentimiento, atrapado por la paranoia. El resto de personajes o aportan poco o están cumplidores, incluso algunos están mal aprovechados, como Turturro o Kingsley.

Lo que podría haber sido una obra maestra, se quedó en un cúmulo de despropósitos.