Desde el principio creí toparme con la típica película sobre el maniático que llama por teléfono a una víctima y la acosa incesantemente...pero no, no iban por ahí los tiros.

Nuestra protagonista es una operadora telefónica de emergencias, quien debe lidiar casi a diario con la más diversidad de problemas que llegan a su centralita. Con la mala suerte que en una ocasión comete un error garrafal y esto conlleva una desgracia irreparable y la deja tocada anímicamente.

Pero como la vida nos da nuevas oportunidades, en una nueva ocasión ocurre nuevamente un suceso poco usual, pero que le dará la oportunidad de redimirse de su anterior error.

Me ha sorprendido gratamente el conocer desde dentro la difícil labor de estos trabajadores de urgencias que lo hacen constantemente bajo una gran presión. Cada segundo es importante, pero cada palabra también, si la otra persona no cree en tus palabras...la batalla está perdida.
Halle Berry nos regala una interpretación digna de encomio, sin entrar en la sobre actuación que sería algo muy sencillo en este caso, ha sabido armar un personaje muy creíble y que llega al espectador con naturalidad y credibilidad. La trama es muy interesante, conseguir un thriller de esta manera no es tan sencillo y se logra sobradamente.

Muy recomendable y sorprendente.