Comencemos mencionando que soy un apasionado del cine de Billy Wilder, aunque la peli a tratar no sea una las mejores. Que su presentación nos va a recordar en muchos momentos a una obra de teatro, con planos largos y muchos monólogos.

Es una comedia divertida, pero muy lenta en ocasiones con unos planos excesivamente largos, restandole calidad a la cinta. Por otro lado la forma de presentar la historia con esa incursión en la Manhattan de los indios, comparándola con la actual, solo está al alcance de los genios.
El argumento es bastante atrayente, ¿ cuál sería nuestro comportamiento cuándo la mujer está lejos y nos quedamos haciendo de Rodríguez ?
El personaje de Tom Ewell clava al detalle todas las ideas que pasan por la cabeza a un hombre casado y...libre por un corto periodo de tiempo, con la dificultada añadida que la vecinita de arriba es ni más ni menos que...LA MONUMENTAL MARILYN MONROE. La cual aprovecha el señor Wilder en otra ocasión para presentarla como la rubia tonta y guapa, muy encacillada en este papel por años.
Esa forma de narrar el personaje principal sus vivencias y sus sueños en primera persona y en voz alta, nos ayuda enormemente a saber en cada momento lo que le pasa por la cabeza y cuales serán sus próximos movimientos.
Hasta sus propias fantasias las lleva a sus recuerdos más fantásticos ( ver spoiler 1 ).

Una de las mejores escenas para resumir el tema del film, es aquella en la que al mirarse al espejo ve triplicada su imagen, ¿ cuál de ellos soy yo ?

Recomendada a aquellos seguidores de la guapísima Monroe y a los amantes de la comedia divertida sin demasiada acción.