Hay veces que ves alguna película, y de repente sientes nostalgia, diversión, agradecimiento espectacularidad, pero sobretodo, un infinito respeto al cine y a la vida. Esta es una de ellas.
Desde los créditos iniciales a los finales el gran Hawks nos muestra una historia de compañerismo, de acción, y de humor propia del director de Indiana.
Las secuencias de acción están tremendamente bien rodadas al ser en modo documental, y el guión es muy de Hawks, con diálogos muy rápidos y divertidos.
John Wayne se come el papel, como siempre, y que el estilo del personaje, tan propio en el, esta bordado en oro con su nombre.
Lo único que flojea para mi es la historia de amor, un tanto inocente y poco adecuada como eje principal
En el genero aventurero, también saca sobresaliente, pero a Hawks eso no le importa, el lo utiliza para dar forma a una historia de un grupo de amigos haciendo lo que mas le gusta. Esa es la historia, y por ello nos sentimos bien al ver la película, por eso nos emocionamos, y por eso nos reímos. CINE