Nunca, y digo, nunca, me he reído tanto con una película. Es indescriptible la sensación cómica que produce este subproducto en cualquier espectador que tenga las ideas lo suficientemente claras para no dejarse amedrentar por la idea de que esta basura es arte.

Si existe alguien que realmente ha disfrutado "esto" en el cine sin, dígamoslo suavemente, haber sido incitado a ello por las sorprendentes críticas positivas ha recibido, he de decirle algo a esa persona. Le digo; esto no es cine, esto no es una película, esto no tiene guión etc. ¿Qué es? Eso ya lo dejo a la imaginación de cada cual. Pero nadie puede tener la desfachatez de tildar esto una película. Por que si lo hace es un farsante, por que si lo hace no le gusta el cine.

Y si disfrutáis tanto de estas imágenes "preciosistas" os recomiendo que salgáis a la calle un día de verano a correr entre los árboles, revolcaros por el suelo y quedaros embobados media hora mirando una piedra mientras oís a Bach en vuestros ipods. Hacedlo por que lo disfrutaréis, si os ha gustado El Árbol de la Vida claro.