Podría pensarse que ésta es la tercera y última parte de las aventuras del agente Harry Callahan (Clint Eastwood). Pues no, luego llegaría "Impacto Súbito" (1983) y "La lista negra" (1988) pero como no aparece el nombre de nuestro inspector en el título, ahí está la confusión. Sea como fuera esta "Harry el ejecutor" está por debajo de sus predecesoras. Se percibe cansancio y falta de ideas. Los villanos son mediocres, aparecen de tanto en tanto y sus planes tampoco tienen mucha lógica (¿para qué necesitan tantas armas?). De todos modos hay algunas persecuciones, las típicas escenas de acción para ver como trabaja Callahan y varios tiroteos marca de la casa.

Esta tercera parte destaca por lo conservadora que es y no sólo porque los malos sean uno de estos grupos revolucionarios como los que idolatraban los progres de entonces, sino por el tema de la mujer. Algunos aseguran que es feminista y hasta que Callahan evoluciona para dejar de ser misógino. A mi me parece justo lo contrario. El machista, yo mismo, no piensa que una mujer no sea capaz de ser policía, aunque por su inferioridad física sea peor, sino que no quiere que corra ese riesgo. Es una cuestión, no de habilidades, sino de roles y de valores que son los que hacen que la pura desigualdad, que de por sí no es nada, pueda ser tachada de machista.