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4
Ciencia ficción. Intriga. Thriller En el año 2022, la población de Nueva York, unos cuarenta millones de habitantes, vive en condiciones miserables. La humanidad ha contaminado y calentado el planeta hasta el punto de que las plantas y los animales prácticamente han desaparecido, y el único sustento disponible es un alimento sintético a base de pláncton, el 'soylent green'. Un día, un caso de asesinato lleva al duro policía Thorn y a su viejo amigo Roth hasta la empresa que lo fabrica. (FILMAFFINITY) [+]
6 de agosto de 2016
4 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entre los muchos sucesos de 1972, podemos citar la Guerra de Vietnam, la adhesión de Gran Bretaña, Irlanda y Dinamarca para la CEE o los Juegos Olímpicos de Munich, está el rodaje de "Cuando el destino nos alcance" y la publicación del informe del Club de Roma, "Los límites del crecimiento", ese en el que alertaba sobre el deterioro del medio ambiente y los riesgos de la superpoblación, dibujando un futuro cercano tirando a apocalíptico, que es más o menos lo que hace aquí Richard Fleischer a partir de la novela "¡Hagan sitio!, ¡hagan sitio!" (1966) de Harry Harrison. Lo cierto es que los vaticinios no se han cumplido afortunadamente, pecaron de exagerados entonces, pero el problema sigue ahí, cómo compaginar el crecimiento económico con la conservación de la naturaleza o si es necesario controlar el crecimiento de la población o si de lo que se trata es de repartir mejor los recursos. Mi opinión tira más hacia lo segundo en ambos casos pero sin extremismos porque más bien se trataría de una mezcla de ambos, en la que la preferencia es para la postura más conservadora, bien entendida la palabra.

El caso es que Fleischer no reflexiona mucho sobre este mundo en grave crisis alimentaria, ecológica y social, que entonces se consideraba lejano pero que está a la vuelta de la esquina, el 2022, o mejor dicho, un Nueva York de más de 40 millones de habitantes, 20 en el paro, en ese año. Pero en cierto modo tampoco importa porque lo que hace es sacarse de la manga una trama policial en el más puro thriller. Aquí el fallo que tiene más grave es que la investigación es floja pero sobre todo que el misterio resulta decepcionante y el modo de llegar a él es demasiado sencillo, incluso infantil. La ambientación, demasiado setentera, es mala y la caracterización tecnológica de ese mundo es inexistente. Me temo que lo mejor que tiene "Cuando el destino nos alcance" es el reparto encabezado por Charlton Heston y Edward G, Robinson, que falleció antes del estreno de la película, pero también de una joven muy, muy guapa, Leigh Taylor-Young, en un extraño papel de "mueble", es decir chica para todo, desde criada a amante, con lo que vienen equipadas las viviendas de lujo de ese futuro. Qué cosa más hot.
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