Mi ventaja como espectador desinformado es que desconozco por completo la serie televisiva creada por Mel Brooks y Buck Henry, y emitida en los años 60, en la que se basa esta película. Así que me salto como si fuera una rana, mejor un canguro, que es más bonito, ese río en forma de polémica sobre sí es más o menos fiel a la original. Parece que no mucho, cosa que irrita a los puristas pero en este caso me da igual. "Superagente 86" es una sátira al cine de espías en general y a la saga de James Bond en particular, que aunque divertida, no llega a ser total como podrían ser las "Agárralo como puedas", por su abundante acción en prácticamente toda la segunda mitad. Por cierto, que Peter Segal es también el director de la tercera de 1994, puede que la mejor de las tres.

Como pasa en este tipo de comedias, empieza con muchísima fuerza pero cuando aparece la trama propiamente dicha los gags se van espaciando. Aún así, la gracia nunca desaparece, pues siempre hay secuencias o comentarios tronchantes pero como la parte del avión ninguna. Prometo que lloraba de risa con este hombre tratando de "quitarse" las esposas con la navaja multiusos. Dicho esto, nuestro Max (Steve Carell) o Agente 86 aunque tiene momentos estúpidos es en realidad un profesional como la copa de un pino. De hecho, hace mucho más que la Agente 99 (Anne Hathaway). Steve que es el especialista del género, lleva el peso humorístico, pero la Hathaway, que está casi mona, encarna a un personaje demasiado gris. Aún así, es una diversión familiar asegurada.