De momento. Porque después de treinta y siete años desde que apareciera en 1968 la primera película de Herbie y después de cuatro entregas más, llegamos a la última del 2005. De esta forma, no se como estará lo del libro Guiness de los records, pero no recuerda otra franquicia que se hubiera dilatado tanto en el tiempo, siendo siempre la misma, que por ejemplo las de James Bond cambian de protagonista y es como si empezaran de nuevo. Aquí no, siempre es el mismo coche que lo que va pasando es de propietario a propietario, en este caso, una joven pelirroja, Maggie Peyton (Lindsay Lohan), que además de pertenecer a un linaje de pilotos de carreras, lleva la competición en la sangre.

Como podía esperarse siendo Disney la productora, "Herbie: a tope" es una propuesta infantil pero con suficiente gancho como para distraer a los más adultos. Se queda más en el terreno adolescente-juvenil, mezclando la velocidad con el coche animado, los problemas familiares y el amor, todo con mucho comedimiento y buen rollo. Argumentalmente se parece mucho a la original de 1968 pero la actualización, si es que se puede llamar así, le siente bien. No es una gran película, ni imaginativa, ni compleja pero sí entretenida, ideal para ver en familia. Además cuenta con una banda sonora excelente, me quedo con el "Getcha Back" de los Beach Boys, y unas tomas falsas, hablo del DVD, graciosísimas.