Pues me temo que no. Alguien alegará que en esto consiste la saga de "Destino Final", en una ristra de muertes una detrás de otra a cual más sangrienta. Sin embargo, en las anteriores había siempre algo más, que es lo que un servidor valora. Porque ver cuerpos despedazados no me atrae lo más mínimo. Incluso llego a apartar la mirada llegado el momento cumbre sobre todo cuando es tan gore como los de esta cuarta entrega. Como decía, la primera jugaba con la novedad de la historia, la segunda, aún siendo repetitiva, salvaba los muebles y la tercera transmite una tensión insoportable. Pero la cuarta, que se limitaba a seguir el esquema de las predecesoras, carece de toda imaginación y de ritmo. Diría que hasta los actores están cansados. Les dan igual que sus amigos o ellos puedan morir o no.

Para mí, aún siendo buena la primera, la tercera es la mejor, sobre todo porque Mary-Elizabeth Winstead está inmensa como actriz, no como el de la cuarta. Esta chica es guapísima y me encanta pero es que además la angustia que te genera su situación en toda la película, incluyendo el ataque de pánico en la montaña rusa, no tiene precio. En la 3 es todo mucho más sutil, realista e inteligente, desde la forma más elaborada de leer las señales hasta el modo de convencer al resto de implicados o el modo de enfrentarse a la muerte. En cambio, la que dirige David R. Ellis se limita a reunir a un grupo de guapitos, entre los que destaco a Haley Webb y a Krista Allen, todavía de buen ver con 38 años, y luego los va matando con saña. Eso sí, te da una pista de cómo acaba "Destino Final 3" (SPOILER).