Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Reaccionario:
3
Romance. Comedia David Huxley (Cary Grant) es un paleontólogo tímido y despistado que está a punto de acabar la laboriosa reconstrucción del esqueleto de un brontosaurio, del que sólo le falta una clavícula intercostal. También está a punto de casarse con su anodina secretaria. En un partido de golf con el abogado de una solterona millonaria, potencial mecenas del museo para el que trabaja, Huxley conoce a Susan Vance (Katharine Hepburn), una joven ... [+]
28 de mayo de 2013
10 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me refiero obviamente a Susan (Katharine Hepburn). Que incordio de mujer, que cabezona, que petarda y que tonta, si no directamente loca. Eso de que muchas (o muchos) la tomen como ejemplo, por su vitalismo y no sé que más pamplinas es para echarse a llorar. ¿De verdad queréis ser tan estúpidas? Y lo de mujer fuerte e inversión de roles, sí, es verdad, pero me temo que esto no favorece para nada a la mujer. A partir de ahora es ella la que tiene que adoptar esa actitud complaciente o esas contorsiones para agradar al otro, tradicionalmente masculinas. Incluso aceptar sus desplantes y agresiones como cuando le arrea un pisotón de cuidado o amaga con darle con un zapato en la cabeza. El tal David (Cary Grant) se deja dominar porque es un lelo pero para dominante, Daisy, la novia del pato Donald, que son de la época. Eso sí que es poderío y carácter, una mujer o una pata, de armas tomar y no la histérica Susan. Supongo que por que aquella no invierte los roles y no se masculiniza.

Claro que es posible que el susodicho personaje te parezca que no tiene luces, porque en realidad "La fiera de mi niña" carece de ellas. Entiendo que en una comedia loca hay que tener manga ancha para lo disparatado pero también que las cosas no pueden resultar ni forzadas, ni poco creíbles, cosa en las que cae la película, sobre todo al principio. Mucho ritmo pero también mucha tontería aunque admito que algunas ocurrencias sí me han hecho reír. Quizá lo mejor sea lo del "señor Hueso". En cambio la relación romántica surge de sopetón, está muy mal hecha y me quedo con las ganas de que le den juego a la prometida de David, que de glacial esperaba su transformación en otra sensual para retener a David. En definitiva, película demasiado absurda, atropellada y poco graciosa como para ser buena. Con razón fue un enorme fracaso de taquilla. En cambio no lo fueron "Sucedió una noche" (1934) o "La muchacha de la quinta avenida" (1939), dos grandes ejemplos de comedia Screwball.
Reaccionario
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow