Intrigante, complejo y elegante comienzo para este drama con un toque fantástico tan jugoso, "Reencarnación", película que te atrapa en sus primeros compases. Ahora bien, pasada la primera impresión entra en un terreno de nadie a base de una parsimonia que lo mismo puede funcionar para los buenos trabajos como resultar tediosa, como es en el caso. Yo para darle un poco de vida imaginé que el supuesto marido de Anna (Nicole Kidman), en realidad es un peligroso psicópata que comenzará por acosarla y luego a poner en peligro su vida. Veremos si Jonathan Glazer sigue el mismo camino que el de un servidor.

El quid de la cuestión está en el propio título. ¿Sean (Cameron Bright) es la realmente la reencarnación del otro Sean, fallecido diez años atrás? La verdad es que el chico se muestra muy convincente si bien tampoco es que lo sometan a pruebas muy concienzudas. En definitiva, nuestro director se deja llevar por una drama romántico con poca chicha aunque con alguna sorpresa, que tiene en sus aspectos técnicos, la atmósfera fría, la fotografía, la ambientación lujosa, sus mejores bazas, pero sobre todo, en una Nicole Kidman, aunque pelonceta, bastante mona. Su enorme actuación hace que hasta casi valga la pena verla.