Antes de nada, y no quiero dejarlo atrás por parecerme lo más llamativo pese a no ser nada nuevo... la calidad interpretativa de ese monstruo llamado Joaquín Phoenix es simplemente acojonante. Es un ACTOR. Es lo que deberían de ser los Tom Cruises, los Nicholas Cages y demás chavalería en busca de portadas. Es un placer verle trabajar, tal cual, haga lo que haga. Los pelos de punta.

Otro inciso antes de meternos en materia.... la representación del futuro que nos muestra esta película es la más real y creíble que he visto jamás. Y hay muuuuuuchas películas que retratan el futuro, o al menos tratan de hacerlo. No me creí el futuro de Blade Runner, no me creo el futuro de Matrix, y mucho menos el de películas como StarWars. El de HER me lo creo a pies juntillas. No hay coches volando, ni complacientes autómatas conviviendo con nosotros ni nada parecido que rechine al arrastrarlo contra nuestras expectativas de cómo será el futuro.

Gran película.

Puede parecer que trata del amor entre un humano y una máquina, pero en mi opinión va un poco más allá, y explora la posibilidad de sentir/recibir amor de algo que no es un igual a ti, puede que proveniente de alguien que ni tan siquiera es de tu misma especie. En la película es un OS (sistema operativo), si, pero.... ¿porqué no sentir amor por una cabra, por ejemplo? ¿O por un pangolín adulto? Si lo que das y recibes son emociones, cariño, ilusión... ¿eso no es amor también? En mi pueblo hay un pastor que tiene un cariño muy especial por una de sus ovejas, nunca entendí porqué.... y creo que por ahí pueden ir los tiros.

Película de las que te hacen pensar, de las que te tienen 10 minutos auto-preguntándote cosas tras verla. El protagonista es complicado, sensible, profundo... y con dificultades para las relaciones de pareja. Quizás algo obsesivo y retraído, condenado a vivir en una sociedad en la que no parece encajar emocionalmente. La manera de salir de su trabajo, cabizbajo, mirando al suelo casi arrastrando sus pies dirigiéndose hacia un nuevo día en su monótona y vacía vida personal lo refleja bastante bien. Y por supuesto este actorazo hace que nos sea muy fácil meternos en la piel del protagonista para sentir algo de lo que el va sintiendo a lo largo del filme.

De ritmo lento pero ágil en la consecución de los eventos, destila bastante bien el "in-crescendo" de una relación fuera de lo normal, plagada de dificultades, y que trata de parecer una relación corriente entre una nube de tradicionalismos que nos dictan lo contrario. OS se auto-nombra Samantha, y desde el primer arranque va colmando una por una las expectativas del personaje interpretado por el señor Phoenix. Le hace reír, le escucha, le comprende, le acompaña... y toda esa amalgama de sentimientos que se vive en un enamoramiento "normal". Él mismo se sorprende al verse arrastrado al principio por una pequeña brisa de sentimientos y emociones, que poco a poco se va transformando en un pequeño huracán en el que se acaba montando.

El protagonista tiene una vecina que pasa, a su manera, por las mismas situaciones que él, curiosamente. De hecho acaba siendo su único apoyo. Y anda, que curioso, es humana, es de su misma especie!!!! Podemos sentir amor de una máquina pero hemos de buscar consuelo para nuestra terrible soledad en nuestros congéneres?? Ahí nos deja esa perlita emocional el director, hala.

Poco a poco va cruzando cada una de las parcelas que pueblan una relación. Enamoramiento... algo de estabilidad... riñas... decepción... abatimiento... reconciliación... no sé si dejará algún episodio típico de una relación sin mostrar, pero lo dudo.

Si es usted cinéfilo, no hace falta leer opiniones al respecto de esta película. Coja la carátula. ¿Aparece Joaquin Phoenix? Hala, alquílela... pues con el trabajo que realiza el señor que aparece en portada no se sentirá decepcionado.