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Voto de Sandro Fiorito:
8
Drama Randy "The Ram" Robinson (Mickey Rourke) es un luchador profesional de wrestling que, tras haber sido una estrella en la década de los ochenta, trata de continuar su carrera en el circuito independiente, combatiendo en cuadriláteros de tercera categoría. Cuando se da cuenta de que los brutales golpes que ha recibido a lo largo de su carrera le empiezan a pasar factura, decide poner un poco de orden en su vida: intenta acercarse a ... [+]
27 de febrero de 2011
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
“El luchador”. Qué gran título para tan buena película. Porque su protagonista, el bueno de Randy “The Ram” (interpretado por un excepcional Mickey Rourke), una empobrecida vieja gloria del “wrestling”, lucha más allá del cuadrilátero en el que combate: disputa contiendas contra su propia soledad, desarrolla humildes trabajos para sobrevivir en una mugrienta caravana, intenta restablecer el contacto con su propia hija y se consuela, previo pago, con una veterana 'streaper' (buena Marisa Tomei). En esta historia lo importante no sólo es lo que se cuenta, sino cómo se cuenta. Darren Aronofsky dirige con maestría el desarrollo de un argumento nacido en el bien labrado guión de Robert D. Siegel.

La crudeza se dibuja con trazos exentos de melodrama o artificios, recurriendo a la ironía si hace falta para transmitir la profundidad de algunos de los mensajes que destilan un buen puñado de escenas. Comparen, simplemente, dos de los travellings que la cámara, enfocada desde las espaldas del protagonista, ofrece: uno de ellos lleva a “The Ram” hacia el 'ring' para batirse contra su rival entre los aplausos del público; el otro le transporta mediante los “bastidores” del supermercado en el que trabaja, hasta la charcutería. Pasión y realidad. Lo más reseñable de todo es que se habla de temas tan crudos como los ya citados (soledad, pobreza, desesperanza) y otros como la interesantísima trastienda del mundo de la lucha libre y el compadreo existente entre todos los “rivales-intérpretes”, etc. sin buscar una lágrima o destrozar corazones: Aronofsky pone los papeles sobre la mesa y parece decir “esta es la realidad: así de cruda y desgraciada. Guste o no”.

Y acierta, dejando en un servidor una marcada sensación de desasosiego, pesimismo y estupor, por reconocer que así es la vida y algunos de sus senderos, como los seguidos por Randy (un encantador personaje por el que podemos sentir empatía fácilmente), van ligados a su naturaleza, sin nada que podamos hacer para que eso cambie en su totalidad. Tan sólo podemos contribuir en situaciones aisladas con un granito de arena, librándonos de todo tipo de prejuicios, abriendo los ojos y descubriendo a las personas, mientras consideramos que lo que para muchos es “poco”, para otros es toda su vida. Gran película.
Sandro Fiorito
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