Hoy toca hablar de esta gran serie, llevo meses con ella, y a medida que avanza me va ganando; de hecho ya me ha ganado.
No es habitual en mÍ hablar de alguna película o serie sin antes haberla acabado, pero creo que con cinco temporadas visionadas de siete, tengo más que material suficiente para ser objetivo con "los hijos", una serie made in USA.
Con un principio titubeante, he acabado por sucumbir a un buen argumento, que como sabreis es sencillo; "Un club de moteros de un pueblo del norte de California que vive al margen de la ley, pero que protege a la población de amenazas externas. Sinceramente la premisa está entre "El Padrino" (1972) y "Easy Rider" (1969), y ciertas pinceladas del mejor Shakespeare como bien podría ser "El Principe Hamlet", sin oividar su magnífica banda sonora de rock sureño.
Hijos de la anarquía llega a convertirse en una historia compleja, llena de policías corruptos, honor, traición y venganza.
Prostitución, drogas y armas, que constituyen a la serie en toda una apología de la violencia, pero empatizando con sus personajes, con sus problemas diarios. Un clan estructurado de forma piramidal, y una forma de actuar democrática y perfecta.

Sinceramente, "HIJOS DE LA ANARQUIA" es una obra coral, con unos actores que defienden a unos personajes complejos. Pero sin duda, por encima de todos ellos está Katey Sagal; la manipuladora y venenosa Gemma Teller, un personaje único y fuerte, pero sobre todo con muchos matices. Ella es el eje en el cual se vertebra el grupo.
Nos enamoraremos de estos personajes, pero también los odiaremos, nos identificamos más con unos que con otros.
Te cautivaran con su trama adictiva.

En definitiva "Hijos de la Anarquía es una de las últimas grandes series de las década de los 2000, convertida en serie de culto.
No se si se queda algo en el tintero; ¡¡¡¡¡Que teneis que verla!!!! porque es una montaña rusa de emociones.
Un viaje violento y existencial