Nueva adaptación del relato de Phillip K. Dick 'Podemos Recordarlo por Usted al por Mayor', mejor dicho y más acertado, remake de Desafío Total (1990), una de las mejores películas de Paul Verhoeven y Arnold Schwarzenegger, un clásico de la ciencia-ficción contemporánea, una película avanzada a su tiempo... pero no lo suficiente para evitarnos sufrir este Desafio Total (2012). A Verhoeven le sustituye Len Wiseman (Underworld), a 'Chuache' Colin Farrell, el resto de intérpretes son Kate Beckinsale (mujer del director), Jessica Biel, Bryan Cranston, Bill Nighy y John Cho.

Doug Quaid (Farrell) sufre cada noche el mismo sueño. En él es un super-espía que trata de liberar 'La Colonia' de la tiranía de la Inglaterra liderada por un tal Coohagen (Cranston). Cansado de su sedentaria vida se presenta en 'Recall', una compañía que ofrece la posibilidad de vivir las fantasías. Allí descubrirá que no le hace falta esa experiencia pues en realidad es un agente secreto al que le habían borrado la memoria, que su mujer (Beckinsale) no es tal y trabaja para el villano Coohagen, y que él mismo es el salvador de la humanidad.

Para empezar, ¿Cambios narrativos? Más que evidentes.

- Marte ha sido cambiada por un lugar llamado 'La Colonia' (en realidad Australia), que pretende independizarse de una Inglaterra de régimen totalitario que los usa como mano de obra barata.

- No hay mutantes y estos no sufren la disputa del aire.

- Los personajes de Michael Ironside y Sharon Stone has sido sustituidos por uno solo, el de Kate Beckinsale.

Al lío, Desafío Total 2012 mantiene gran parte del argumento de la versión 1990 reduciéndolo a la más mínima expresión en pos de aprovecharlo para hacer una explosiva y vacía cinta de acción, popurrí del la ciencia-ficción de los últimos veinte años (Minority Report, Yo Robot, Matrix). Escenas de acción que parecen sacadas de videojuegos, movimientos de cámara imposibles, un entorno digital no demasiado creíble, y el saturado abuso de los brillos en la pantalla para dar un tono moderno (más bien cansino).

Como largometraje independiente es malo de por sí, mucho peor si tenemos en mente su referente. Este remake trata de hacerlo en multitud de ocasiones, siempre saliendo derrotada comparada con la de 1990, de la que hay momentos y guiños que no se han cortado en repetir: la mujer de los tres pechos, algún chascarrillo del personaje de Farrell, el paso por el detector de objetos metálicos. Ninguno de los tres ejemplos pasara a la posteridad como sí hizo Verhoeven en su versión con Schwarzenegger. De hecho, en lo único que es superior esta versión es en contar con más medios, lo que da para unas aptas y eficaces escenas de acción, lejos, eso sí, de la imaginativa del director holandés antaño.

Por otro lado, muchos otros aspectos han sido directamente cercenados, ni rastro de Johnny Taxi, ni de Quato (Pujol), ni sentido del humor, y lo peor, ni rastro de alma. Comprensible, Wiseman solo tiene talento para las escenas de acción, Farrell, Beckinsale y Biel no superan a los caracteres originales, ni siquiera son mejores actores (que ya es decir), los que sí son mejores intérpretes, Cranston y Nighy, son simples comparsas en la historia. Tampoco Harry Gregson Williams en la olvidable banda sonora está a la altura de la clásica música de Jerry Goldsmith.

Hay que ser muy osado para hacer un remake de un clásico, pero mucho más para hacerlo y solo conseguir este insultante trozo de m....