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45,921
Fantástico. Drama. Romance. Thriller
En un inquietante laboratorio de alta seguridad, durante la Guerra Fría, se produce una conexión insólita entre dos mundos aparentemente alejados. La vida de la solitaria Elisa (Sally Hawkins), que trabaja como limpiadora en el laboratorio, cambia por completo cuando descubre un experimento clasificado como secreto: un hombre anfibio (Doug Jones) que se encuentra ahí recluido. (FILMAFFINITY)
4 de marzo de 2018
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es un cuento muy bonito y entretenido. Parece apta para todos los públicos. Me ha gustado ver la peli, pero (tiene peros) es un panfleto lleno de estereotipos. Una historia muy bien contada, pero tendenciosa.
La película está muy bien ambientada, la estética muy cuidada y los actores hacen bien su papel. La historia es un bonito cuento de hadas con final feliz. Está muy bien como entretenimiento, pero de ninguna manera para tantas nominaciones al Óscar. Se percibe una mano interesada en defender la ideología de género tras todo esto y quizá esto desmerece la peli.
El título de la película debería ser "Que te folle un pez"
La película está muy bien ambientada, la estética muy cuidada y los actores hacen bien su papel. La historia es un bonito cuento de hadas con final feliz. Está muy bien como entretenimiento, pero de ninguna manera para tantas nominaciones al Óscar. Se percibe una mano interesada en defender la ideología de género tras todo esto y quizá esto desmerece la peli.
El título de la película debería ser "Que te folle un pez"
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Mensaje principal: El animal es bueno y el humano malo.
La discapacitada (la prota), el gay (el amigo de la prota) y los negros son buenos. El hombre negro (el marido de la amiga de la prota) es heterosexual y seguramente por eso es tonto, cobarde y bocazas. La negra (la amiga de la prota), que no se escandaliza de que la prota se folle a un pez, es muy avanzada para la época, pero ¡claro! es mujer y negra.
Los blancos hetero son malos: El general es un hijoputa, el camarero un racista homófobo (quizá también gay no salido del armario) y los espías rusos asesinos despiadados; el doctor ruso, que, por ser extranjero muestra algo de humanidad, tiene que morir porque nos es un extranjero cualquiera sino un extranjero ruso; la esposa del agente de la CIA es una ama de casa tradicional, sumisa, dispuesta y todo eso que no gusta a las feministas y por eso su marido, un gilipollas integral, intenta engañarla con la protagonista aunque no triunfa; este último, el agente de la CIA, no muestra ningún rastro de humanidad, sensibilidad o inteligencia y es el estereotipo por excelencia de los prejuicios que esta película trata de introducir inocentemente en el espectador: Hombre blanco hetero.
¡Cómo no! el animal es dios .
La discapacitada (la prota), el gay (el amigo de la prota) y los negros son buenos. El hombre negro (el marido de la amiga de la prota) es heterosexual y seguramente por eso es tonto, cobarde y bocazas. La negra (la amiga de la prota), que no se escandaliza de que la prota se folle a un pez, es muy avanzada para la época, pero ¡claro! es mujer y negra.
Los blancos hetero son malos: El general es un hijoputa, el camarero un racista homófobo (quizá también gay no salido del armario) y los espías rusos asesinos despiadados; el doctor ruso, que, por ser extranjero muestra algo de humanidad, tiene que morir porque nos es un extranjero cualquiera sino un extranjero ruso; la esposa del agente de la CIA es una ama de casa tradicional, sumisa, dispuesta y todo eso que no gusta a las feministas y por eso su marido, un gilipollas integral, intenta engañarla con la protagonista aunque no triunfa; este último, el agente de la CIA, no muestra ningún rastro de humanidad, sensibilidad o inteligencia y es el estereotipo por excelencia de los prejuicios que esta película trata de introducir inocentemente en el espectador: Hombre blanco hetero.
¡Cómo no! el animal es dios .