Me permito cambiar la estructura de mis críticas (también esta gran película lo merece, ojalá la hubiese visto en su momento en el cine), pues ya en algunas críticas el que lo junte todo resulta pesado de leer. A Michael Bay no hace falta resumirlo o hacer un ránking de su filmografía:
"Dos policías rebeldes" 1 y 2, ambas entretenidas pero vacías (sobre todo la segunda, por momentos hasta molesta), nada más.
"La roca" la cual a muchos parece encantarle, a mí sinceramente ni fu ni fa (y más con el paso de los años, se nota mucho la mano inocente de los noventa).
"Armageddon" y "Pearl Harbor", ambas películas con potencial que estropearon todo el dramatismo y la calidad con una primera hora de presentación de personajes bastante irrisoria.
"La isla" y la franquicia "Transformers", igual de flojas (sobre todo la franquicia de los "Transformers", la cual ni siquiera me he molestado en ver la cuarta si me permitís la confesión).

En definitiva, un cineasta que sabe rodar acción de la buena pero que cae con todo el equipo en cuestión de guiones. Por tanto, no esperaba absolutamente nada con su última película hasta ahora (apartamos por fin los cansinos robots a un lado). ¿Y qué es lo que me encuentro?: Una de las mejores películas del género que se hayan conseguido hasta ahora. Una que desde luego va derecha a mi lista personal de películas de acción preferentes. Y creo que llevo bastante cine a mis espaldas (y no me considero de los que casan fácilmente, siempre trato de ser cauto valorando y hasta a los clásicos les quito puntos si lo considero). Reconozco que buena parte de la sorpresa procede de mi nula expectativa por parte de Bay. Pero esta opinión no es en caliente, escribo esta crítica tras haberla visto dos veces. Y no sólo es gran cine de acción. Es buen cine en términos dramáticos también.

Su guión sigue teniendo frases tal vez demasiado sencillas y sobre todo una media hora inicial de presentación de personajes que resulta un tanto convencional. Pero eso sirve y mucho para establecerlos ante el espectador, descubrir a sus familias y lo mucho que les importan, así como para establecer una base dramática aceptable lo suficiente (y sin momentos embarazosos, por fin) antes de la acción. Y cuando llega la acción, el guión la planifica y la cámara la muestra sin concesiones. Desde el minuto 40 hasta el final hay hora y media de tensión y adrenalina concentradas de forma magistral. Un ritmo potente, frenético e imparable que no deja tregua tras esos 40 minutos introductorios. Una montaña rusa infernal sin descanso como pocas veces (o casi ninguna, tal vez) se haya mostrado en el cine comercial reciente. Mucho más que un virtuoso ejercicio de dirección tensa, sostenida y apabullante. Tanto si nos preocupamos del realismo, como si miramos más la acción y explosiones, la película es sensacional en ambos polos. Incluso el drama funciona y mucho (su desenlace es emocionante).

A la factura técnica no se le puede pedir apenas nada: Bay filma la acción como nadie y su estilo visual con cámara en mano y digital encaja perfecto en la película y mete aún más en la acción a los espectadores. La banda sonora se encarga de potenciar las emociones al máximo, mientras que la pirotecnia es creíble y clava al espectador en la butaca.

Las interpretaciones dan la gran sorpresa (una vez más, teniendo en cuenta que es una película de Bay) y todas ellas funcionan, conectado con el espectador desde el principio y más aún en medio de la acción. Desde James Badge Dale y John Krasinski (los protagonistas principales, ambos geniales) hasta los más secundarios, todos funcionan de forma satisfactoria.

Es una gran pena que Bay mire más por la taquilla que por el público y la crítica y vuelva otra vez a mimar a los robots en vez de hacer más películas como éstas (ojalá me equivoque). Pero pase lo que pase, por lo menos tendremos esta dramática y sangrienta película de acción para recordarnos que en él aún quedan restos de un cineasta en plena forma que sabe dirigir el drama cuando quiere y entregar personajes creíbles dentro de un campo de batalla que impone mucho más que cualquier robot gigante peleándose. Una sorprendente y trepidante gozada narrativa y visual que merece verse sin prejuicios.

"Todos los dioses, todos los cielos, todos los infiernos están en tu interior".