Depredador es una película que pasará a la historia como una de las más grandes obras del cine de acción, pero que también tiene su hueco en la historia de la ciencia-ficción con este extraterrestre cazador de humanos. La primera de la época dorada de John Mctiernan que demuestra su talento para filmar grandes películas de acción. El argumento puede que no sea perfecto, pero es más que sólido para dotar de sentido a la película y a sus personajes.

Pero la trascendencia de Depredador va mucho más allá de su argumento, su historia o su antagonista. La atmósfera y las distintas escenas míticas (como la que da nombre al título de mi crítica) hacen que esta cinta sea parte de la historia del cine. Esa selva llena de gigantes con unos brazos del tamaño de tu cabeza, esa cantidad de disparos en la jungla sin saber a cuento de qué, ese choque de manos entre Arnold y Apollo Creed que podría ser igual a la detonación de medio centenar de bombas...En fin, innumerables motivos, escenas y frases para justificar este más que merecido 10 a esta auténtica obra maestra del cine de acción.