Una nave extraterrestre aterriza en Johannesburgo en 1982. Los aliens descienden de ella y son alojados en las afueras de la ciudad separados de los humanos en un enorme campamento de refugiados que pronto se transformará en un gueto superpoblado lo que despertará los recelos de la población local. Con el tiempo los extraterrestres se sienten marginados y rechazados por los humanos y comienzan los conflictos. La delincuencia se extiende sin control por el distrito 9 de modo que las autoridades trazan un plan para trasladar a los marcianos a un nuevo asentamiento bastante más alejado de la ciudad. Mientras anuncian el desahucio masivo, un funcionario al mando de la operación entra en contacto con un misterioso fluido negro extraterrestre que comienza a producirle terribles mutaciones en su cuerpo. La división de armas tecnológicas de la mayor empresa fabricante del mundo estará interesada en estudiar su caso.

La película fue la gran sorpresa del año 2009, un éxito australiano apadrinado por el director Peter Jackson que obtuvo cuatro nominaciones a los oscars entre ellos el de mejor película. Un film de ciencia ficción con un argumento muy original que se vendió como una comedia alienígena por el carácter cómico de su protagonista pero que no tiene nada de divertida. Todo lo contrario, la historia es angustiosa y violenta y establece un curioso paralelismo con el aparheid, pero esta vez el racismo no es contra los negros sino contra los llamados bichos. Unos seres desagradables muy parecidos a la criatura de La mosca que lo único que desean es reparar su nave y regresar a su planeta. La última parte de la película es pura acción sin freno con llamativos efectos visuales que suavizan el tormento que padece el protagonista.