Como bien dijo Tyler Durden, todos soñamos con ser dioses del rock o estrellas del cine, y estamos frustrados por no serlo. Pues "El bar coyote" nos trae un dos en uno. Y mientras yo buscaba la dirección de ese bar en internet para ver esos pivones en directo, las niñitas pijas del colegio soñaban con ser la linda Violet Stanford, tan virginal, tan buena, tan perfecta en todo y que para colmo triunfa en Nueva York. Luego viene lo típico: dosis de humor, de lloreras, de amor... solo faltan los comunistas rusos con la bomba atómica para completar la cinta, pero vaya, al guionista se le devió olvidar. Todavia me pregunto como pude ver la cinta completa, y luego me acuerdo de las escenas de barra. El único punto extra del film, es que gracias a este subproducto hizo que las niñitas de clase empezaron a usar tanga. Si a alguien se le ocurre verla, que lo haga con un dedo del mando a distancia, exactamente en adelantar.