Cuando llegas al videoclub y ves una película que últimamente había estado agotada, en parte a la escasez de copias, pero ese es otro asunto, para más inri en la portada aparece Bruce Willis y el próximo hombre de acero, parece una buena ocasión para pasar hora y media de entretenimiento, pero nada más allá de la realidad.
La película falla desde el primer momento, empezando por lo pronto que uno de los principales atractivos del film apenas dura diez minutos en pantalla. El guión da unos giros inverosímiles que no llevan a ninguna parte más que a una final absurdo y recargado. Cavill pasa de ser un joven empresario preocupado sólo por su trabajo a verse inmerso en una trama con la CIA de por medio y se desenvuelve como pez en el agua, como si fuese todo súper sencillo se transforma en un tío que disparar y salir victorioso en persecuciones de coches.
No pienso pararme un segundo para analizar la pobrísima actuación de Sigourney Weaver, si se escribe así, porque su carrera parece estar en pleno declive, ni rastro de la protagonista de Alien, que al igual que Willis parece seguir empeñada en encadenar fracasos de taquilla y empañando sus trayectorias, en cuanto a Henry lo intenta, pero deberá mostrar mucho más en Man of Steel.
De lo poco destacable, para mi que se rodase en España sin lugar a dudas. Es de lo poco rescatable de esta película de serie B