Y sí, 9 años después y tras lo que parecía el fin de Toy Story, nos sorprenden con esta nueva entrega de la mano de Josh Cooley. La película viene para quedarse, y ganarse su puesto. Con unos temas que sorprenderán desde los más pequeños hasta los adultos que crecieron con las anteriores películas. Tanto al principio como a final de metraje ya a tocan la fibra sensible, sobre todo la mía, por poco se me salta alguna lagrimilla.

La aparición de nuevos juguetes como Forky, Ducky y Bunny dan un toque de humor impresionante. Desde luego podemos encontrar desde momentos serios hasta de lo más absurdo. El desarrollo que presenta Forky me encanta, y desde luego las risas no podían faltar. La reaparición de Boo Beep, que pasó sin pena ni gloria por el resto de entregas, pasa a ser uno de los personajes principales, un desarrollo de personaje muy interesante. En cuanto a lo malo, he echado en falta a Rex, el Sr. y Sra. Patata, Slinky, Buzz, Hamm... Es cierto que aparecen pero me hubiera gustado verlos más en acción, parecían más personajes secundarios que los principales.

La importancia que le da a sentimientos cómo la amistad, el amor, el sacrificio y la lealtad toman forma en esta película, una película con la que todos en algún momento nos hemos visto hablando con nuestros propios juguetes.

Recomendadísima.