Pocas veces una película levanta tantísimas expectativas en su primera mitad para defraudar en su segunda. Cuando “Clara y Claire” arranca en la tesitura del drama que contiene una sabia reflexión sobre el miedo a envejecer, la no aceptación del propio físico, la soledad como una pandemia al llegar a los cincuenta, el peligro de las redes sociales y la falsedad convertida en aparente realidad que encierran… el espectador cree estar delante de una obra maestra de nuestro tiempo. Pero, cuando en su segunda mitad todo deriva hacia el thriller alambicado e increíble y hacia la concatenación de finales imposibles, entonces la película de Safy Nebbou desbarra hasta romper todas y cada una de las esperanzas despertadas por la misma.

Una pena porque el argumento, la dirección, la actriz protagonista y el aura que rodea a la cinta prometía grandiosidad, hasta que el thriller mediocre llega para desbaratarlo todo. Juliette Binoche, ni más ni menos, interpreta a una mujer que ha alcanzado los cincuenta años, está divorciada, tiene dos hijos a los que atender, no digiere su aspecto físico cuando se mira al espejo y necesita sentirse deseada por hombres jóvenes. Por eso tiene una aventura con un hombre más de veinte años menor que ella, pero éste la deja y, a partir de ahí, decide crearse un perfil falso de Facebook utilizando fotos de una chica joven para conquistar a un amigo de su ex amante. La cuestión funciona, vaya que si funciona, y entonces es cuando entiende que está en un callejón sin salida porque ambos no podrán conocerse jamás por más que su relación virtual se vaya profundizando.

No podía ser más que francesa una película que viene a presentarnos una relectura en clave contemporánea a través de las redes sociales del mito de Cyrano de Bergerac, quizás matizado por un poco de “Las amistades peligrosas”, otro clásico de la literatura francesa, a la que se cita expresamente en el film.

Safy Nebbou sabe lo que hace y desarrolla una caligrafía visual y una dirección de actores muy interesante mientras que el metraje se desarrolla en los cauces de un apasionante drama sobre la dureza de cumplir años en el mundo superficial y forzosamente joven de las redes sociales. Conforme el rumbo gira hacia el thriller, la cinta cada vez resulta más artificial e interesa menos, suicidándose sin necesidad cuando todo prometía convertirse en cine de referencia de nuestro tiempo.