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España España · Madrid
Voto de OsitoF:
5
Aventuras. Drama Adaptación de 'The Long k: The True Story of a Trek to Freedom' de Slavomir Rawicz. El protagonista narra en primera persona cómo, tras la invasión de Polonia por los alemanes, fue arrestado por el ejército soviético y encarcelado en Siberia. En 1940 consiguió escapar del gulag -campos de concentración de la Unión Soviética- en compañía de otros presos y, finalmente, cómo huyendo a pie llegaron desde Siberia al Himalaya, al desierto del ... [+]
18 de julio de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuesta creer que “Master and Commander” y esta “Camino a la libertad” estén dirigidas por la misma persona, Peter Weir. Se trata en ambos casos de historias, por así decirlo, con grandes dosis de acción y de épica, de majestuosos paisajes, pero la primera integra desde el minuto uno al espectador en un episodio de las Guerras Napoleónicas y le hace vivir aventuras mientras recorre medio mundo a bordo de una fragata británica y la segunda narra una historia igual de destacable pero, desde fuera, sin lugar para la emoción ni para la conexión con los protagonistas.

“Camino a la libertad” es de esas historias que merecen llegar a la gran pantalla: prisioneros de un gulag soviético que escapan y han de recorrer medio mundo para alcanzar la libertad. Lo de ‘medio mundo’ no es una exageración. Las medidas de seguridad en esos campos de concentración (que realmente eran campos de exterminio con condiciones humanas deliberadamente miserables para que muriese toda la gente posible ‘de causa natural’) eran livianas porque la propia ubicación, en los más recóndito del interior de la URSS, era el gran obstáculo. Sin apenas rutas de comunicación y sin habitantes ni recursos en días a la redonda, eran pocos los que se aventuraban a una fuga en la que tendrían que vivir de lo que sacasen de un terreno hostil los meses de marcha hasta la frontera. Como digo, la historia no es el problema, ni el reparto tampoco: Ed Harris y Collin Farrell son apuestas seguras que compensan de sobra las limitaciones técnicas (sólo sabe poner cara de bueno) y humanas (su cara es demasiado mayor para hacer de niño y demasiado aniñada para hacer de adulto) del siempre cargante Jim Sturgess.

El problema está en la ejecución. En un viaje que implica atravesar la tundra, la estepa nevada, la estepa desértica y las estribaciones del Himalaya, es comprensible dar su cuota de protagonismo al paisaje y dejar que una fotografía mínimamente competente haga su efecto… pero se espera algo más que secuencias y secuencias de unos tíos andando por el monte. Sí, vale, Peter Weir y su guion llevan a la pantalla los detalles más significativos relatados en las memorias de los supervivientes, pero con absoluta frialdad, sin emoción. Cuatro héroes recorren miles de kilómetros frente a todo tipo de adversidades, sin más comida, ropa ni calzado que los harapos proporcionados por los guardias comunistas… y no parece que la cosa tenga más mérito que hacer el Camino de Santiago. La narración es simplona: todo es sufrimiento, hambre, frío y cansancio hasta que deja de haberlo. Las penurias son repetitivas, todo el rato las mismas penas y los mismos lamentos. Ni siquiera dedica un rato a reafirmar o hacer sentir lo inhumano del gulag, por lo que puede llegar a parecer que estemos ante cuatro aventureros caprichosos que se negaban a cumplir una condena. Falta un golpe de genio, un diálogo gamechanger, algo que haga hervir la sangre y diferencie la película de un especial de Calleja.

La película se ve sin problema porque la historia atrapa, pero no lo pone fácil y decepciona porque es impropia de la trayectoria de Weir.
OsitoF
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