Por más que pudiera parecer, en "Los increíbles" los superhéroes son lo de menos. O al menos, son la salsa que da picante a una crudísima historia sobre un padre de familia que echa de menos su juventud, una madre responsable que también dejó a un lado todo por la familia y un retrato de la cruda y gris realidad a la que se enfrentan estos personajes.
La primera mitad de la película es maravillosa, lo que hace que decayese en el último acto, el más flojo y el cual da un poco de sensación de improvisación y prisa para evitar una película muy larga. Pero lo magnífico sucede en el contraste de la vida de Bob como oficinista y cómo no está de acuerdo con el mundo y no puede hacer nada para evitarlo. Se cuenta la historia con notable maestría, con un guión sobresaliente y una imaginación inigualable al recrear la isla de Palos Locos.
"Los increíbles" son palabras mayores en todos los géneros que toca, el de los superhéroes y el la animación, y bueno, el del cine en general.