'Noche en el Museo' fue, en su momento, una más que agradecida recuperación del espíritu Amblin para jóvenes y mayores, con personajes a cada cual más carismático y situaciones de lo más entretenido.
Un placer culpable bastante mejor de lo que cualquiera estaría dispuesto a admitir.

¿Qué cabe esperar de una continuación?
Todo más espectacular, más divertido y muchísimo más grande con el Smithsonian de fondo. Sí, no hay grandes ambiciones, pero construir un entretenimiento con personajes históricos, desplegando parte de su historia y sus maneras más conocidas, es probablemente lo más honesto de esta historia.
No solo eso, también inspirados golpes de genio como un viaje nostálgico y monocromático al paisaje del "Beso en Times Square", una Amy Adams perfecta como Amelia Earhart, un Lincoln desperezándose de su silla de piedra y una banda de Einsteins con más labia que estatura.

Incluso, de hecho, podría decirse que, al final, Larry aprende que "más grande" no tiene porque significar mejor.
Simplemente, que hay que poner algo de corazón en las cosas para que funcionen. Como lo hace esta más que brillante secuela.