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España España · Madrid
Voto de Charles:
5
Drama Es el cumpleaños de Tom, y ha invitado a gente a su confortable apartamento en Nueva York. Su colega Clyde viene acompañado de una chica que conoce desde hace poco llamada Alice. Ella es muy atractiva y pronto deslumbra a todos con su humor y brillantez. Sin embargo, Tom la observa silenciosamente, intentando recordar algo de ella... (FILMAFFINITY)

31 de octubre de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Soy el único que piensa que esta historia podría haber dado más de si estando dilatada en el tiempo, como un lento proceso gradual que va haciendo mella en sus protagonistas?
Por algún motivo que se me escapa, el director Joshua Marston elige la estructura "encuentro de una noche", y por el camino transforma lo que podría haber sido interesante reflexión en mera anécdota.

'Complete Unknown' trata acerca de la identidad y todo lo que lleva asociado, pero elige tratarlo de la manera más superficial posible, sin apenas profundizar en alguna de sus ideas.
También puede ser que fuera la intención del director, pero entonces no se entiende que ni él mismo se hubiera dado cuenta de que le queda algo vacío y casi mortalmente plano, con diálogos sin un foco definido, explicando cosas que hubiera sido mejor ver.
Si se llega a algún intento de algo es, sobre todo por unos enormes Rachel Weisz y Michael Shannon, destilando en miradas todo lo que no se encuentra en sus palabras.

A la primera parte de la película, de hecho, todo ese aire de misterio le sienta muy bien: somos muy conscientes de que un juego se está jugando, conocemos los jugadores, pero no adivinamos su naturaleza.
Una reunión de amigos, superficial, sencilla, se acaba convirtiendo en una suerte de pulso sobre cómo elegimos vivir nuestra vida, con el cumpleañero Tom eligiendo el compromiso y la responsabilidad antes que la libre aventura sin rumbo, al contrario que la nueva invitada, Alice.
Parece como si, en esta parte, más que una simple charla, se estuviera elaborando un juicio contra todos los irresponsables que eligen dejar a gente querida atrás, y los que se atan a ellos aún a riesgo de acabar perjudicándolos. No hay ganador posible, porque ambas visiones tienen una validez, dentro de sus pérdidas y ganancias.
Sin seres queridos no hay pérdidas, con ellos parece no haber ganancias.

Es el germen de un debate que más tarde toma vida propia encarnado en Tom y Alice, ya fuera de la presión social, libres para hablar sin máscaras que el tiempo ha tejido a su alrededor.
Ambos han tenido una pequeña cucharada de la vida del otro, y lo más preocupante es que aunque saben que no podrían aguantarla mucho tiempo... les gusta poder experimentarla, o incluso compartirla. En la raíz de ese sentimiento late la eterna duda, la que nunca se calla: ¿vivo mi vida... "bien"?
Quién sabe eso. Uno solo puede vivirla, y desear nunca equivocarse. Ya sea entregándose a una causa, o apoyando todas antes de que se llenen de rutina y desilusión.

El milagro de Tom y Alice no es que se vuelvan a encontrar, sino que se puedan llegar a comprender.
Y aunque quizás el día de mañana les encuentre separados o juntos, saber que el otro existe, que hay alguien ahí que les comprende, ya es consuelo suficiente para seguir.
Es curioso que al final sea esa certeza, tener a alguien, cerca o lejos, la que les reconforta. Tanto a la que no quería tener a alguien, como al que tiene demasiados.
Charles
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