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España España · Madrid
Voto de Charles:
6
Comedia. Ciencia ficción Farsa de ciencia ficción en la que un grupo de extraterrestres conceden poderes a un profesor de la Tierra. El profesor descubre que sus nuevas habilidades le permiten hacer cualquier cosa, desde dar una lección a sus peores estudiantes hasta resucitar a los muertos... Con las voces originales de los miembros de Monty Python. (FILMAFFINITY)
8 de marzo de 2016
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay en esta película una sensación de ligereza fantástica.
Como la del chiste que no podrías parar de escuchar, o la reunión de amigos a la que estás encantado de acudir. Todo es extremadamente agradable en una historia que no pide aristas, solo diversión.
Eso solo podría transpirar de algo que sus responsables hubieran hecho con medida ambición, pero sobre todo con la intención de pasárselo bien.

Algo tan sencillo de conseguir que, sorpresa, nosotros también lo pasamos bien.
'Absolutamente Todo' no pretende ser un estudio sobre la moralidad de un ser todopoderoso, tampoco una reflexión sobre nuestro lugar en el universo o la manera en la que manejamos nuestros deseos. Su magia también consiste en que podría serlo, pero no se permite salir del registro "encantado de conocerse".
Entonces, se convierte en una serie de chifladas situaciones que solo buscan asombrar y sorprender con su ingenio, fruto de Neil, un profesor gris que hasta el momento no ha tenido oportunidades para ejercitarlo.

Un genial Simon Pegg no tiene inconveniente en divertirse durante una buena parte larga del filme, porque sabe que también nosotros deseamos ver todas las posibilidades del poder que cuatro extraterrestres, juzgando la supervivencia de nuestro planeta, deciden otorgarle.
Desde convertir a su amigo en dios de su propia religión hasta hacer hablar a su propio perro, su habilidad es tan extraordinaria que no podemos evitar ver como todo alrededor se resiente cuando no le vemos usarla. Es nuestra capacidad de fantasear, de imaginar las más diversas situaciones y poder cumplirlas, la que durante un tiempo da vida a una historia que aparenta ser más compleja de lo que es en realidad.

Por eso cuando llega el momento de "solucionar problemas" el conjunto se resiente, porque hace mucho que los problemas han dejado de importarnos y además Neil podría resolverlos todos. Qué ingrato el formato de película, que debe dotar de presentación, nudo y desenlace a una historia que no queremos que los tenga.
Aun así, olvidando el olvidable "villano" que la cinta debe sacarse de la manga para cumplir, existe algún tipo de pequeño diamante en este proceso: la mujer por la que suspira Neil, Catherine, escapa de su influjo todopoderoso y elige darle una oportunidad solo por parecer un buen hombre.

Es algo sencillo, pero importante, que demuestra que lo imposible, absolutamente todo, puede suceder sin necesidad de tener poderes para hacerlo suceder. O dicho de otra manera, que una vida gris te la pueden mejorar seres intergalácticos, pero también puede ser buena por si misma.
Una sencilla moraleja, que se adapta completamente a un sencillo cuento moral, poblado por juzgados espaciales, toques surrealistas y el mejor humor absurdo británico.

Aunque si habría que recordar algo, que sean las criaturas: los extraterrestres y ese perro, que son dotados de vida por genios del humor que hemos admirado durante décadas.
Inconscientemente, es en los créditos finales donde se nos desvela la magia de su interpretación, donde más cala aquella sencilla moraleja: ellos sí que hicieron algo extraordinario, con algo tan sencillo como la voz, sin necesidad de poderes de ningún tipo.
Charles
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