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Costa Rica Costa Rica · Me encantan las galletas
Voto de Javier Moreno:
5
Terror. Thriller. Drama Un psicólogo, que quiere ayudar a su mujer a superar la muerte de su hijo en un accidente, decide llevarla a una cabaña perdida en medio de un bosque, donde ella había pasado el último verano con el niño. Sin embargo, la terapia no funciona, y tanto ella como la naturaleza empiezan a comportarse de un modo extraño. (FILMAFFINITY)
21 de octubre de 2012
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
----Intro

Psicología en estado experimental con tonos trágicos. Sófocles se atisba en el comienzo, o tal vez resuene cuando uno sabe que va a ver a Lars Von Trier. Presente, ineludiblemente, hace que presientas lo que más tarde tus ojos negarán.

Ayer vi "Anticristo" intentando sobreponerme a las expectativas que frecuentaban mis lecturas. Tenía miedo, lo reconozco, pero nunca me acobardé frente a místicas representaciones del diablo.

La cinta es estructuralmente correcta, con una disposición del ritmo en un lenguaje magistral, aquí y en casi toda su filmografía. Pero aquí resalta la perfección estilística por marcar con diferencias esenciales los puntos de inflexión. La información viene dada sin pretensiones, poco a poco, para ser un verdadero y temeroso thriller, pero se esconde lo suficiente entre los diálogos para afectar a la sensación de pánico.

Poderosas escenas del principio para enfatizar en el dolor que provoca el detonante accidente. Todo es pausa y asombro. Como Alex, esta vez sin drugos ni pinzas quirúrgicas, mis ojos permanecen inmensamente abiertos para contemplar esa maravilla fotográfica.

Sucesos plausibles y corrientes llevados para adentrarnos en la sombra del abismo, en el caos ascético más allá de la eclesiástica sociedad saciada de sedantes.


----Argumento

Entonces Willem Dafoe ayuda a su mujer, Charlotte Gainsbourg, a sobreponerse al accidente en una terapia de choque que aparenta ser factible pero que, de nuevo Sófocles, apesta a destino fatal por la presencia de Lars Von Trier. Ella parece mejorar por momentos y empeorar con ataques. Él va descubriendo sus temores y obsesiones. Su último verano en la cabaña en la que descansan fue con su hijo mientras preparaba su tesis sobre ginocidio y brujería. La mujer se torna el enlace de toda la trama y cobra la necesaria culpabilidad medieval. Se identifica al sexo femenino con una presencia diabólica indisociable e inevitable.
Y comienza la acción. Los tonos naturales verdes se vuelven oscuros, marrones y negros. Ella arremete contra su marido en una secuencia dolorosa para él y para nosotros, que fruncimos el ceño y apartamos la mirada por instantes. Queda media hora y sabemos que irá a peor, o mejor, según se mire.
Comienzan también las visiones por parte de él y nuestras dudas surgen necesariamente gracias a la maestría del danés. De poco sirve tener ideas morales preconcebidas frente a los esperpentos de este hombre, y arrasa con ellos una vez más en el tramo final de la película.

----Análisis

Apunta más alto de lo que puede llegar. No consiste en más que magia y morbo. Arte en parte. Su genialidad al mando de la cámara y de la puesta en escena supera con creces la falta de inteligentes guiones con los que otras muchas veces nos ataca. Esta vez uno sale pensando que ha sido muy doloroso, y no es tan fácil provocar ese dolor, pero duda de si en realidad es una gran creación. El tiempo, probablemente pondrá nuestra crítica en algún lugar más apropiado. Lo que es innegable es su capacidad para sugestionarnos, la manera de incidir en nuestra disposición sensorial, y la frecuente controversia que siempre levanta.
Ah, y no olvidemos que estaba en uno de sus peores momentos personales, terminando con una depresión. Él mismo admitió no haber trabajado a fondo. No muchos pueden realizar algo arriesgado, a medio gas, y que funcione así.
Dafoe está correcto y añade solidez y dureza a las situaciones, pero Gainsbourg es simplemente fantástica. Produce temor y sorpresa a partes iguales, enamora su interpretación y acaba con la típica imagen de belleza plastificada con un cuerpo completamente enfocado en la personificación del mal. Despierta todo tipo de sensaciones, y sólo necesita su expresión, magnífica y única.


No olvidaremos ciertas imágenes de dolorosísimo recuerdo, pero tampoco olvidaremos que tenemos ceño, y que lo ejercitamos más que nunca. Relajarlo cuesta días, semanas tal vez. Así que cuando lo frunzas nuevamente, recordarás "Anticristo".
Javier Moreno
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