Menudo ejercicio de estilo, cine valiente y arriesgado.

Beginning es una película que relata una realidad de machismo y obediencia para dejarnos con los pelos de punta. Pero no sólo por el contenido, sino porque con planos fijos y muy largos nos incomoda a lo Haneke, a lo Von Trier. Un estilo propio, pero doloroso y arriesgado que nos atrapa desde el comienzo con una escena para la memoria colectiva.

Sin embargo, se intensifica y llega a un final con escenas demasiado repetitivas y largas. Eso no impide que sea una película asombrosa.

No es para todos los públicos, estómagos frágiles manténganse alejados. La teatralidad y el hieratismo de las escenas nos pone frente a un espejo difícil de digerir que nos indica dónde está el mal, pero también nos lo hace tragar.

Gran descubrimiento, al menos en cuanto a la provocación.