Gran película que relata como un matrimonio que parece llevarse a las mil maravillas y ser el matrimonio perfecto puede ser más frágil que uno en el que los cónyuges discuten planteándose incluso el divorcio... Y es que la perfección aparente del matrimonio entre Johan y Marianne es sólo superficial, porque aunque parece que hay comunicación entre ellos y se entienden bien la cosa está muy distante de ser así. La película nos habla del mundo de confusión y locura que es el matrimonio, cómo te puedes sentir atrapado dentro de su monotonía y que tengas la necesidad de escapar, de como es difícil que la llama del amor se apague por completo y puede reavivarse en cualquier momento, de las locuras que nos hace hacer el amor... Un gran guión que refleja la complejidad del matrimonio y del amor. Además, Liv Ullman cuaja una interpretación muy buena. Podría haber estado aún mejor la película si las niñas hubieran entrado más en juego, ya que solamente aparecen cinco segundos (sin exagerar) y son una parte fundamental en el matrimonio. Un peliculón que pese a tener un estilo sencillo y reposado y durar casi tres horas no aburre para nada.