La vida no es de color de rosa. Eso es lo que se deduce de esta historia de género negro que está llena de una gran negatividad. Es una clara muestra de que en el mundo algo va mal cuando esta película puede llegar a ser creíble.
En este film hay violencia, sangre, prostitución, pedofilia, drogas, corrupción, asesinatos, muchísimas palabrotas y muy pocos valores humanos, y todo ello en torno a un inocente niño, que por mala suerte se ve envuelto en un auténtico follón.
Es curioso que puedan pasar tantas cosas en una sola noche. Sin embargo, con el ritmo y el impacto que tiene la película, se nos olvida lo inverosímil que es todo y podemos llegar a creérnosla. Tampoco creo que haya mucho menos mal rollo en cualquier telediario.
Paul Walker, por una vez, hace una actuación digna de llamarse así. Y tenemos también a Vera Farmiga, que vuelve a demostrar que algún día puede llegar a tener un nombre reconocible en Hollywood.
Aparte de la violencia, es un auténtico festival de tacos que puede herir la sensibilidad de los que estén menos acostumbrados a algo así. Creo que hablan peor que en "Jungla de cristal" y "Arma letal 3" juntas.
También tiene una estética muy particular, con algunos momentos de rebobinado que rompen el ritmo pero quedan muy vistosos.
Lo que no me ha gustado es la representación de la pareja de la "Casa de los niños". No hacía falta esa ida de olla para hacernos saber que no son demasiado amables. Lo veo bastante fuera de lugar y el que la haya visto me entenderá.
Un buen título de cine negro ultraviolento no apto para todos los públicos pero que entretiene mucho con su frenético ritmo y es una válvula de escape para los que nos gusta ver cosas políticamente incorrectas de vez en cuando.