Existe un gran misterio en la historia del cine.
Como diría Nicolas Cage en “La roca”, ¿cómo, en el nombre de los testículos del minotauro, pudo sobrevivir la carrera de George Clooney después de hacer esto?
Esta es de esas películas tan llenas de lindezas que se critica sola. Solo tengo que enumerar cosas. No tengo ni que molestarme en estructurar una parrafada.
Veamos:
- Traje de Robin ridículo
- Arnold está para matarlo, con esa piel pintada de blanco que se supone que tiene que representar a un villano que usa el frío como arma. Ahí llevas.
- Uma es una mala que da más pena que otra cosa. Sé que el personaje del cómic es así pero la representación en pantalla es espantosa.
- Escenas de acción horripilantes, sin la más mínima emoción y que cuando la cámara enfoca desde lejos apestan a ordenador.
- Robin se pone un “protector labial” para que no le haga daño el beso de “Poison Ivy”, pero por lo visto solo lo lleva en el labio inferior. Se ve que solo besa con media boca, el tío.
Menos mal que el paso de los años ha vuelto a poner a Batman en su sitio, gracias a la trilogía de Christopher Notan y a lo que vino después. En cuanto a los malos, no sé cómo pudieron hacerlos tan ridículos. En los videojuegos de la serie “Arkham” salen los mismos y no dan tantísima vergüenza ajena.
Además de todo eso, es que es aburrida con ganas. Tienen a un gran superhéroe y se supone que un buen presupuesto, y sin embargo el guion no sirve ni para usarlo de papel higiénico.
Ver esta película es una pérdida de tiempo tan grande, de lo malísima que es, que hasta intentar matar un cochino a besos puede llegar a ser más divertido.
¡Horrorosa!