Estamos ante la típica película de un hombre con sed de venganza por la pérdida de un ser querido. Hasta ahí no hay nada nuevo, pero en Blue Ruin es diferente. No es el film en donde el protagonista tiene todo planeado hasta el último detalle y lo ejecuta como un plan maestro. No, acá nos encontramos ante una situación completamente diferente, la de un hombre común que actúa por impulso sin pensar en las consecuencias que pueden tener sus actos.
Dwight es descuidado, torpe y no toma las mejores decisiones, pero está bien que así sea, ya que el director quiere diferenciarse de las típicas cintas del vengador perfecto y muestra la venganza desde la apariencia de una persona común, de manera cruda e imperfecta.

La película no cae en ningún momento, las actuaciones son correctas (en especial la de Macon Blair) y el final es muy acertado. Totalmente recomendada.