Los juegos del hambre: Sinsajo - Parte 1 es la tercera entrega de la saga basada en las novelas de Suzanne Collins, que narra la lucha de Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence) contra el tiránico Capitolio. En esta ocasión, Katniss se refugia en el Distrito 13, donde se convierte en el símbolo de la rebelión liderada por la presidenta Coin (Julianne Moore) y el mentor Plutarch Heavensbee (Philip Seymour Hoffman). Mientras tanto, Peeta (Josh Hutcherson) permanece prisionero y sometido a un lavado de cerebro por el presidente Snow (Donald Sutherland).

Es una adaptación fiel de la primera parte del libro, lo que implica que se centra más en el desarrollo de los personajes y en la construcción del conflicto político que en la acción y la aventura. Esto puede decepcionar a algunos espectadores que esperaban más escenas de combate y más emoción, pero también puede satisfacer a otros que aprecian la profundidad y la complejidad de la historia. Tiene un tono más oscuro y más realista que las anteriores, mostrando las consecuencias de la guerra y el sufrimiento de los rebeldes. También tiene un ritmo más lento y pausado, lo que puede hacerla algo pesada por momentos.

El reparto está formado por actores de gran nivel, que interpretan con solvencia sus respectivos papeles. Jennifer Lawrence vuelve a brillar como Katniss, una heroína valiente pero vulnerable, que debe asumir su responsabilidad como líder y como símbolo. Josh Hutcherson tiene menos protagonismo que en las anteriores películas, pero logra transmitir el cambio y el dolor de su personaje. Liam Hemsworth como Gale, Woody Harrelson como Haymitch, Elizabeth Banks como Effie y Stanley Tucci como Caesar Flickerman completan el elenco principal de los aliados de Katniss. Por el lado del Capitolio, destacan Donald Sutherland como el malvado Snow y Julianne Moore como la ambigua Coin. También cuenta con la última actuación de Philip Seymour Hoffman, fallecido antes del estreno, que deja un gran recuerdo como Plutarch.

La dirección de Francis Lawrence es correcta y eficaz, aunque no arriesga ni innova demasiado. El director opta por una estética sobria y grisácea, acorde con el ambiente opresivo y decadente del Distrito 13 y del Capitolio. La fotografía, el montaje y la música acompañan adecuadamente al relato, sin destacar especialmente. Los efectos especiales son convincentes, pero no abundan ni deslumbran. Se beneficia de un buen guion, escrito por Peter Craig y Danny Strong, que respeta el material original y lo adapta con coherencia y equilibrio.

En definitiva, Los juegos del hambre: Sinsajo - Parte 1 es una película interesante y entretenida, que cumple con las expectativas de los fans de la saga y que prepara el terreno para el desenlace final. Sin embargo, también es una película incompleta e insatisfactoria por sí misma, que deja muchas preguntas sin responder y que carece de un clímax emocionante. Es una película que se disfruta más si se tiene en cuenta que es solo la primera mitad de una historia mayor.