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Voto de Argoderse:
8
Bélico. Drama En noviembre de 1918 se firma en París el armisticio que pone fin a la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, la noticia de la desmovilización no llega al frente oriental, donde una fracción del ejército francés sigue actuando a las órdenes del expeditivo Capitán Conan. (FILMAFFINITY)
10 de febrero de 2014
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
En Capitán Conan, Bertrand Tavernier (La muerte en directo, Alrededor de la medianoche) adapta la novela homónima de Roger Vercel y por la que ganó el César a la mejor dirección y una mención especial en el Festival de Cine de San Sebastian. Por su parte, Philippe Torreton (La espuma de los días), a quién dirigió en Ley 627 y con quien repitió en Hoy empieza todo, da vida de forma espléndida (ganó el César a mejor actor en la edición de 1996) al intrépido capitán; rudo, expeditivo y parco en palabras pero de una sublime inteligencia que dirige un pelotón compuesto, en su mayoría, por exconvictos y desarrapados cuya máxima consiste en golpear y desparecer.

Ayudados por la orografía escarpada del terreno, los hombres de Conan son los primeros en entrar en combate. Armados con puñales, hondas, hachas, granadas y pistolas de corto alcance, emulando el sigilo y la destreza que caracterizó a los guerreros sioux, atacan al enemigo utilizando el factor sorpresa, limpiando la zona para la posterior llegada del grueso del batallón.

La violencia y la crueldad de las acciones caracterizan las escenas de guerra en Capitán Conan. Tavernier capta a la perfección la velocidad de unas maniobras bélicas efectuadas con destreza y rapidez. En este sentido, imitando la habilidad del rey David, destacan los momentos en que los soldados del capitán lanzan granadas con las hondas a sus enemigos, pillándolos totalmente por sorpresa y causando el revuelo entre las tropas rivales. Sin duda, tomas espectaculares, dotadas de un gran realismo y con unos escenarios bien escogidos que levantan del asiento a cualquier amante del género.

Pero si las escenas de acción son uno de los principales atractivos de esta cinta, no menos es el trasfondo antibelicista sobre el que se desarrollan. En este apartado, el cineasta francés bebe de otros filmes como Sin Novedad en el frente o Senderos de Gloria y pone en cuestión aspectos como la lealtad, la amistad y las bajas pasiones que levanta la guerra en el ser humano, tiñendo la película de una esencia dramática que el director galo acostumbra en sus películas.

"Cada guerra es una destrucción del espíritu humano", apuntaba Henry Miller y así, Travernier ralentiza la cámara para captar mejor esa desgracia y mostrar el conflicto personal entre dos amigos como el teniente Norbert (Samuel Le Bihan) y el propio Conan.

Una trama que Tavernier resuelve, como si de una coctelera se tratase, mezclando la tensión, el drama y la violencia que poco a poco y por pasos ha ido desgranando a lo largo de la película. En definitiva, una cinta trágica con un guión bien adaptado que, en la medida de lo posible, se degusta mucho mejor en versión original.

Más datos sobre esta y otras películas en el blog: http://argoderse.blogspot.com.es/
Argoderse
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