Mal le había ido a Netflix en anteriores producciones. No fue hasta la llegada de "Aniquilación" que empezaron a recibir buenas críticas por sus películas. También es verdad que esta película ofrece algo que de por sí no debería significar nada malo o bueno, y es que el plantel principal, encabezado por Natalie Portman, está formado exclusivamente por actrices. También tenemos a Oscar Isaac como secundario, aunque con cierto peso en la trama. Ante esta situación, en estos tiempos que nos toca vivir donde cuestiones de puro azar como tu raza o tu género parecen importar tanto, nadie de la crítica profesional osaría poner a caldo este proyecto.

Y no es necesario ponerlo a caldo por ningún motivo en concreto. Es cierto que no todos los personajes resultan interesantes (de hecho, salvo Portman y Leigh, poco más en cuanto al cuarteto protagonista). El ritmo es pesado y la película se quiere demasiado a sí misma. Se respira soberbia desde el primer minuto. Pero también es cierto que la trama tiene su interés y tienes ganas de saber más respecto a lo sucedido. Por suerte o por desgracia, la película cuenta lo justo y te deja interpretar lo que acabas de ver. Lo resultante, y quizás determinante en la resolución de la trama, tenga que ver con el perfil del personaje de Portman, una científica no demasiado sincera con la gente que le rodea.

No es una película que vuelva a ver. Es densa y algo prepotente en las formas, pero al menos es un primer paso para ver que Netflix sí ha sabido desarrollar buenos proyectos a partir de aquí.