Infravalorada cinta que habla de tantas cosas que es imposible recuperarte de una cuando ya está sucediendo la otra. Si bien es cierto que le falta personalidad y arrojo, culpa de la dirección, la película consigue tener una profundidad, una emotividad y una verdad envidiables.

Ginny y Rose son el centro de "Heredarás la tierra". Tan diferentes como cómplices, intentan sobrevivir en ese mundo hostil, envueltas de hombres peligrosos, descuidados o engatusadores. Mientras Ginny intenta hacer como que no pasa nada y vive creyendo que es feliz, Rose se sustenta en la amargura como forma de vida. El tercer elemento importante de la historia es Larry, un ser despótico, egoísta, bipolar y de oscuros secretos. Un auténtico monstruo. Los maridos de ellas, en cambio, no ofrecen más que lo ínfimo.

En el terreno actoral, estamos en las mismas. Jessica Lange y Michelle Pfeiffer, posiblemente las dos actrices más esquivas y fascinantes de los últimos años, nos brindan unas actuaciones magistrales, de las mejores de sus carreras. Dan ganas de atravesar la pantalla y abrazarlas. Ninguna supera a la otra, cuando una te deja planchado con su interpretación, la otra te fascina con la suya, y así hasta la gran escena final. Jason Robards también está sensacional, construyendo un personaje perfectamente compacto. El resto pasa sin pena ni gloria, a destacar el gigantesco error de casting que es Colin Firth. ¿Un británico en la América profunda?

El mayor error de "Heredarás la tierra" es, sin duda, la dirección y la manera en la que están contadas las cosas. En otras manos, podría haberse convertido en el gran drama rural americano por antonomasia, porque tiene todos los ingredientes para serlo*. Aún con eso, la película resulta más que notable, no entiendo las críticas tan duras hacia ella. La fotografía es preciosa, pura América rural, y la banda sonora consigue meterse en el corazón.

PD: directores del mundo, vuelvan a unir a Jessica Lange y Michelle Pfeiffer en alguna película, hagan el favor.