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Voto de rubeniges:
10
Drama América, años 40. Don Vito Corleone (Marlon Brando) es el respetado y temido jefe de una de las cinco familias de la mafia de Nueva York. Tiene cuatro hijos: Connie (Talia Shire), el impulsivo Sonny (James Caan), el pusilánime Fredo (John Cazale) y Michael (Al Pacino), que no quiere saber nada de los negocios de su padre. Cuando Corleone, en contra de los consejos de 'Il consigliere' Tom Hagen (Robert Duvall), se niega a participar en ... [+]
11 de mayo de 2010
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por si os interesa cuelgo un análisis que he realizado para una asignatura de Com. Audiovisual.

Creemos que el bautizo tiene, en parte, un significado simbólico que nos muestra la hipocresía de Michael Corleone. Se nos presenta al protagonista en el bautizo con imágenes de algunos de los asesinatos que él y su padre habían planeado anteriormente formando parte de ceremonias de vida y muerte. De este modo Michael, el padrino del chico, está presente activamente en dos ceremonias

La primera es el bautizo de su sobrino. La segunda La muerte de todas las personas que han traicionado a su padre y a su familia. Ambas ceremonias terminan al mismo tiempo.

En un momento del baptismo la música va subiendo de volumen conforme los soldados de la familia Corleone se aproximan a sus objetivos, de pronto la música cesa y el sacerdote pregunta: “Michael Francis Rizzi, ¿Renuncias a Satanás?”. Clemenza mata a Stracci, incumpliendo así el quinto mandamiento de la ley de Dios, para después Michael contestar: “Sí, renuncio.” Michael no perpetra este asesinato él mismo, pero sí lo planea, al igual que todos los demás. El sentido de estas escenas paralelas no es una maniobra de montaje al azar.

En el libro de Mario Puzo el golpe que Michael ha estado planeando, los asesinatos, aparecen de forma detallada. El montaje paralelo de esta secuencia es algo que surgió porque era práctico. El hecho de condensar 30 páginas de un libro en tan solo un par de páginas del guión y en una escena de clímax.

La película se rodó en 62 días y con una sola cámara. Esto explica los casi imperceptibles saltos de raccord que se producen en algunos cambios de planos.

En palabras de Coppola en relación a la secuencia: “Debo decir que la secuencia no quedó bien, aunque se montó tal y como está, hasta que Peter Zinner añadió la pieza de órgano ascendente. Eso es lo que la salvó al final.”
rubeniges
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