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Polonia Polonia · Galitzia
Voto de Valkiria:
7
Intriga. Romance Un atractivo vividor coincide en el tren con una joven ingenua que acabará teniendo que pagarle el billete. Más adelante, vuelven a encontrarse en una fiesta y, tras un breve romance, ella decide casarse con él, a pesar de la oposición de su padre. Considerada por todos, incluida su familia, una solterona, está empeñada en demostrarles que alguien la puede amar. (FILMAFFINITY)
16 de mayo de 2010
25 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo de "cara de mono" que tanto le espeta él a ella va por los dos. Ahora me explico.

Vagamente recordaba esta película. La he vuelto a ver empeñándome a cada minuto que donde está Fontaine tendría que estar Ingrid Bergman. No por capricho. Es fácil confundirla con “Encadenados”, más aún con Cary Grant de por medio por enésima vez (actor fetiche del cineasta británico).

La película que protagonizan Bergman y nuevamente Grant pocos años después, supera de largo a “Sospecha” aunque la una recuerde a la otra, sospechosamente. E incluso, por segunda vez rodando con Bergman y por primera con Gregory Peck, ambas recuerdan también a “Recuerda”… Y no es ningún juego de palabras, es una cacofonía en la que se embarulló un Alfred Hitchcock, imagino ansioso.

Es decir: da la impresión de que el joven Alfred, casi recién estrenado en su etapa norteamericana volcase precipitadamente una chorro de ideas sobre un guión en el que no cupieron las tres historias que luego llevó al cine diseccionándolo bajo aquellos tres títulos: “Sospecha” (1941) – “Recuerda” (1945) – “Encadenados” (1946).

Después de “Sospecha”, la película que nos atañe, Alfred corrigió errores. Debió apreciar en esta primeriza y tras rodar “Rebeca” con la hermana de la Havilland, que Joan Fontaine está tan fuera de sí como Teresa de Jesús en el éxtasis.

Es una magnífica actriz, (pese a todo superada por su hermana Olivia sin duda alguna). Sin embargo, en esta cinta, expresa tantísimo espanto en su rostro cada vez que le dan un notición sobre la presunta culpabilidad de su marido y, para más descrédito se desmaya tantas veces que deja de ser verosímil.

Lo mismo ocurre con Cary Grant: es absurdo que frunza el ceño ante el espectador queriendo delatarse. Más que absurdo, es inocente. No están solos en las escenas en las que ponen caretos de afectación, disimulo, fingimiento o lo que sea. Están entre tertulias, en cenas, el uno frente al otro, entre amigos, yo que sé… Lo normal sería guardar esos semblantes tan impresionados, más que nada por no putear al público.

La verdad: Hitchcock deja de convencerme a los quince minutos por no cuidar la dirección de intérpretes y eso que estamos hablando de dos grandes. En especial Grant, jovencísimo, altísimo, morenísimo y estupendamente trajeado.

Lo dicho: si habéis visto "Encadenados" o "Recuerda"... "Sospecha", " yo confieso" que os resultará "vertiginosamente" familiar porque "al hombre que se repite demasiado" y con más "frenesí" que cautela, parece que le da una "pájara".

Aunque cierto es que estoy poniendo el carro delante de los bueyes por ser ésta, la putativa.

Pese a todo, más que recomendable.
Valkiria
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