Parece mentira que se pueda desaprovechar un reparto como el de este filme (empezando por el pobre Dussollier, cuyo papel está demasiado por debajo de su talento), pero parece que este Olivier Marchal, ex-policía, no se para ante nada.. tampoco su guionista, que es incapaz de hacer que la trama se salga de lo previsible en algún momento, y que ni siquiera da margen de acción a los actores para que traten de salvar a sus personajes (o les hace caer directamente en la autoparodia, caso de Depardieu); eso sí, procura enmarañar la trama lo suficiente como para que esta parezca compleja en un principio.

Para rematar, nunca había visto una banda sonora tan mal empleada, llevada a cabo por algún admirador de Hans Zimmer, y con la que el director no deja de torturarnos durante todo el metraje... uno no sabe de dónde diablos salieron tantas nominaciones a los césar. Aléjense mientras puedan.