Con diálogos de Truman Capote, INDISCRETION OF AN AMERICAN WIFE configura su argumento alrededor de Mary Forbes, una mujer americana que ha tenido un "affair" amoroso —está casada, con una hija— con Giovanni, aparentemente italoamericano. La acción sucede en una estación de tren, la Termini, última línea divisora entre mundos. Ella quiere coger un tren, primero a Milán, luego a París. Él quiere que eso no suceda, que se quede. En ese enclave hacen balance de la impronta de su estancia compartida, de su amor, de sus vidas.

Hay varios puntos de interés que hacen de este ejercicio de amoríos internacionales algo menos farragoso de ver. La cinta comienza con un brevísimo texto que coloca Roma como una ciudad "del amor". La protagonista, antes de subir al primer tren que la llevaría a Milán —y motivada por la súbita aparición de Giovanni—, decide dejarlo pasar. Mary se ve embriagada por las circunstancias. Una ciudad, o un contexto, que la absorben, impidiéndole la salida. INDISCRETION OF AN AMERICAN WIFE, en este sentido, se construye como una historia de posesiones, embriagueces y embrujos. Para conseguir su fin, el de volver a Estados Unidos con su esposo y su hija, tiene que exorcizarse esa Roma del cuerpo, una que no solo acoge sentido bajo una luz eminentemente geosemántica, sino que también debemos entenderla desde la perspectiva del factor humano.

Uno puede sacar al hombre del neorrealismo, pero no el neorrealismo del hombre. Esta es la conclusión que parece estar demostrando De Sica con esta película que yuxtapone —o, incluso, superpone— una historia de amor a lo Hollywood con una base eminentemente neorrealista, de profundo seso socioeconómica. La cara de la pobreza o de las estrecheces sirve como filigrana de fondo para la candente mirada de un Montgomery Clift incapaz de esconder sus pasiones o para los desfases emocionales de una Jennifer Jones que, desde mi punto de vista, está algo desubicada. Por mucho que pueda apreciar el ejercicio formal de aunar dos mundos dicotómicos, no he acabado de entender del todo por qué planear este tipo de matrimonio. Si tenemos en cuenta que INDISCRETION OF AN AMERICAN WIFE se construye en base a un talante notoriamente melodramático, es como si De Sica —director de UMBERTO D. y BYCICLE THIEVES, ni más ni menos— estuviera restándole hierro a las circunstancias sociales, económicas y políticas de una Italia en plena convulsión crítica. Tenemos una escena de Mary dándole chocolates a niños de cara triste, pero luego tenemos a Mary y a Giovanni entrando en un vagón de tren para consumar su pasión. El péndulo va de un lado a otro y en ninguna parte de su recorrido termina por ser totalmente satisfactorio. Me da a mí que este matrimonio viene con perspectivas de divorcio.

De las vistas hasta ahora de De Sica, que no son muchas, esta me parece la más inconsecuente. No caso ambos mundos simbólicos que plantea la película, las actuaciones me parecen acartonadas y el universo melodramático que nos trae De Sica, junto a esos diálogos de Capote —autor que, a juzgar por mi lectura de BREAKFAST AT TIFFANY'S, no es santo de mi devoción—, se me antoja como un poco "too much". Todo sea por ver la construcción de un espacio liminal en el que se efectúa una pasional batalla entre el irse y el quedarse.