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Voto de Eduardo García:
9
7.1
8,894
Drama
Película sobre los primeros años de carrera del humorista Eugenio. Barcelona, finales de los 60. Eugenio Jofra, un joven joyero, conoce a Conchita y el flechazo es instantáneo. Eugenio aprende a tocar la guitarra para acompañar a Conchita, para lo que tendrá que luchar contra el miedo escénico. Empieza así la carrera musical de ‘Els dos’. Cuando Conchita se tiene que ausentar durante dos semanas de Barcelona, convence a Eugenio de que ... [+]
10 de noviembre de 2023
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Saben aquell que diu que son dos amigos que se encuentran en un bar... Saben aquell que diu de un tío que va al oculista... Saben aquell que diu de una mujer que le dice a su compañera… Ese saben aquell era la forma tan característica con la que el humorista Eugenio Jofra comenzaba todos sus chistes. Dos palabras que se grabaron a fuego en la memoria de los españoles de los años 80 y 90, cuando este hombre se convirtió en un auténtico fenómeno de masas. Un comediante a la altura de los más grandes que mostró siempre un cariz reconocible al público: gafas ahumadas, crucifijo, cigarro, vodka naranja y ropa negra. Ahora, más de veinte años después de su prematura muerte, ha llegado a los cines la película que traslada su vida a la pantalla. Un biopic titulado Saben aquell (David Trueba, 2023) que condensa el ascenso a la fama de este ex joyero barcelonés que hizo llorar de risa al público mientras algo más oscuro le consumía en sus adentros.
La sincera y modélica narración de estos acontecimientos hubiese naufragado con actores que no estuvieran a la altura del desafío. Pero ese no es el caso. El director David Trueba dio con la tecla adecuada en el cásting. Para el papel de Eugenio seleccionó a otro David, David Verdaguer, que logra una mímesis perfecta, tanto en lo físico como en lo hablado. Y en el papel de Conchita está Carolina Yuste, que realiza una caracterización igual de satisfactoria, con un registro menos encorsetado. Más allá del dúo protagonista, Els Dos, el resto del reparto realiza un buen trabajo, tampoco muy exigente, porque el peso de la trama lo lleva el matrimonio.
En esta película lo que vemos en pantalla es lo que realmente sucedió. Apenas hay licencias poéticas. Esto se debe a que el guión de la misma está basado en la biografía escrita por el hijo mayor de Eugenio y Conchita, que vivió aquellos momentos agridulces y cuyo personaje en la película adquiere un notable peso dramático en el último tramo de la narración. Más allá del libreto y las actuaciones, todo funciona en Saben aquell. La recreación de la época es magnífica, una atmósfera muy lograda. Y el director moldea una narración fluida con escenas especialmente inspiradas, como la aparición de Nino Bravo o el llanto final de Eugenio en su coche, cuando se dirige a una actuación la misma noche del funeral de su mujer. Un final que veréis, además, es circular.
Finalmente, esta película tiene una cualidad muy apreciada: la sutileza. Se hace fácil comprender los sentimientos y las motivaciones de los personajes sin necesidad de forzar esa empatía. Todo viene implícito y se entiende, un gran logro de su director David Trueba, que tiene buena mano para este tipo de relatos. A veces un gesto, un suspiro, una mirada... dice más que cualquier palabra. El terreno queda bien sembrado y la película termina antes de la terrible caída a los infiernos del humorista, ya desnortado y alicaído, algo que se contaba de manera muy explícita en el documental Eugenio (2018).
Conclusión
Saben aquell me ha parecido una gran película. Muy acertada en todos sus aspectos. La historia que cuenta -aún triste- es bastante bonita. Además, está aderezada por una montonera de chistes, porque al fin y al cabo es la biografía de un humorista. En ella destacan las magníficas actuaciones de su dúo protagonista y la gran combinación de relato y puesta en escena. Lo que ya eran fans disfrutarán y los que no lo conocían descubrirán la figura de un humorista clave y figura pública de la España de hace varias décadas.
Muy recomendable para todos los públicos, creo que esta producción logrará varias nominaciones en los Premios Goya en aspectos técnicos -porque la recreación es muy buena- y tendrá además bastantes posibilidades de un Goya a mejor actor principal para David Verdaguer. Más allá de los galardones, se agradece ver una película así: sencilla, de buen gusto, equilibrada... De lo mejor de este año.
https://noesmasquecine.blogspot.com/2023/11/saben-aquell-biopic-sincero-y-modelico.html
La sincera y modélica narración de estos acontecimientos hubiese naufragado con actores que no estuvieran a la altura del desafío. Pero ese no es el caso. El director David Trueba dio con la tecla adecuada en el cásting. Para el papel de Eugenio seleccionó a otro David, David Verdaguer, que logra una mímesis perfecta, tanto en lo físico como en lo hablado. Y en el papel de Conchita está Carolina Yuste, que realiza una caracterización igual de satisfactoria, con un registro menos encorsetado. Más allá del dúo protagonista, Els Dos, el resto del reparto realiza un buen trabajo, tampoco muy exigente, porque el peso de la trama lo lleva el matrimonio.
En esta película lo que vemos en pantalla es lo que realmente sucedió. Apenas hay licencias poéticas. Esto se debe a que el guión de la misma está basado en la biografía escrita por el hijo mayor de Eugenio y Conchita, que vivió aquellos momentos agridulces y cuyo personaje en la película adquiere un notable peso dramático en el último tramo de la narración. Más allá del libreto y las actuaciones, todo funciona en Saben aquell. La recreación de la época es magnífica, una atmósfera muy lograda. Y el director moldea una narración fluida con escenas especialmente inspiradas, como la aparición de Nino Bravo o el llanto final de Eugenio en su coche, cuando se dirige a una actuación la misma noche del funeral de su mujer. Un final que veréis, además, es circular.
Finalmente, esta película tiene una cualidad muy apreciada: la sutileza. Se hace fácil comprender los sentimientos y las motivaciones de los personajes sin necesidad de forzar esa empatía. Todo viene implícito y se entiende, un gran logro de su director David Trueba, que tiene buena mano para este tipo de relatos. A veces un gesto, un suspiro, una mirada... dice más que cualquier palabra. El terreno queda bien sembrado y la película termina antes de la terrible caída a los infiernos del humorista, ya desnortado y alicaído, algo que se contaba de manera muy explícita en el documental Eugenio (2018).
Conclusión
Saben aquell me ha parecido una gran película. Muy acertada en todos sus aspectos. La historia que cuenta -aún triste- es bastante bonita. Además, está aderezada por una montonera de chistes, porque al fin y al cabo es la biografía de un humorista. En ella destacan las magníficas actuaciones de su dúo protagonista y la gran combinación de relato y puesta en escena. Lo que ya eran fans disfrutarán y los que no lo conocían descubrirán la figura de un humorista clave y figura pública de la España de hace varias décadas.
Muy recomendable para todos los públicos, creo que esta producción logrará varias nominaciones en los Premios Goya en aspectos técnicos -porque la recreación es muy buena- y tendrá además bastantes posibilidades de un Goya a mejor actor principal para David Verdaguer. Más allá de los galardones, se agradece ver una película así: sencilla, de buen gusto, equilibrada... De lo mejor de este año.
https://noesmasquecine.blogspot.com/2023/11/saben-aquell-biopic-sincero-y-modelico.html
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
A pesar de ser la biografía de un humorista, Saben aquell es un relato en clave esencialmente dramática. La narración se inicia en la Barcelona de finales de los años 60. Eugenio Jofra es un ciudadano ordinario, un joyero que crea colgantes, pulseras y demás bisutería fina. A sus veintitantos años ya tiene la vida planificada y está a punto de casarse con su novia. Pero el destino tiene preparados otros planes para él. Un día como cualquier otro, su existencia da un vuelco cuando ve actuar a una joven cantante cuya aura le atrae enormemente. Ella se llama Conchita y el deseo es mutuo. Eugenio y Conchita comienzan a salir juntos e incluso forman un dúo musical con el que se ganan la vida, llamado Els Dos. Olvidados amores pasados y ya consolidados como pareja, estos dos actúan de bar en bar. Sin embargo, con ese trabajo a duras penas pueden mantener a sus hijos. El giro de 180º llega cuando Conchita tiene que ausentarse de varias actuaciones. Es en ese momento cuando Eugenio, en vez de cantar solo, ofrece como alternativa un monólogo de chistes. Y su éxito es inmediato.
Pragmáticamente, él y su esposa toman la decisión de renunciar a la música y centrarse en la comedia. Estamos en los años del aperturismo. Tras la muerte de Franco, el ocio nocturno explota cámbricamente y la noche de Barcelona se llena de ciudadanos en busca de diversión. El momento es perfecto y el show de Eugenio se convierte en toda una revelación. Miles de personas van a verle, se suceden las grabaciones en casete y las apariciones en televisión. No obstante, cuando todo marchaba bien, la tragedia llama a la puerta de la familia. A su mujer Conchita le detectan cáncer de mama. Su deterioro de salud coincide con el éxito profesional de su marido y a partir de ahí la película adquiere un tono triste y a la vez hermoso, un equilibrio difícil de lograr y propio del mejor cine.
Pragmáticamente, él y su esposa toman la decisión de renunciar a la música y centrarse en la comedia. Estamos en los años del aperturismo. Tras la muerte de Franco, el ocio nocturno explota cámbricamente y la noche de Barcelona se llena de ciudadanos en busca de diversión. El momento es perfecto y el show de Eugenio se convierte en toda una revelación. Miles de personas van a verle, se suceden las grabaciones en casete y las apariciones en televisión. No obstante, cuando todo marchaba bien, la tragedia llama a la puerta de la familia. A su mujer Conchita le detectan cáncer de mama. Su deterioro de salud coincide con el éxito profesional de su marido y a partir de ahí la película adquiere un tono triste y a la vez hermoso, un equilibrio difícil de lograr y propio del mejor cine.