Entretenida película la que nos trae el tándem Ryan Reynolds - Shawn Levy, en la que se vuelven a reunir después de haber tenido buena química, al parecer, porque yo no la he visto aún, en su primera película como pareja creativa, "Free Guy".

No es ésta una película que nos vaya a descubrir nada nuevo sobre los viajes en el tiempo o que se vaya a convertir en la película de nuestras vidas, pero tampoco es un despropósito. Si estás en el día adecuado, con el humor adecuado, la puedes sobrellevar.

Como parte de la producción Reynolds se adjudica su papel de protagonista y, de nuevo, deja constancia de que lo suyo es verdaderamente el cine más liviano, aunque su personaje tiene cierto trasfondo dramático, pero si no te va la forma de actuar de este actor o no te hace, directamente, gracia, no soportarás la película porque Reynolds sigue en su línea habitual.

Junto a él un jovencito Walker Scobell sin experiencia como actor pero que no se arruga ni un momento frente al actor canadiense y que, además, lo hace bastante bien, a mí me ha parecido lo mejorcito de la película.

Acompañando a los dos actores principales tenemos a unos desganados Mark Ruffalo y Catherine Keener. Ambos son actores que me suelen encantar pero aquí tampoco es que estén en su mejor trabajo.

La siempre desaprovechada ex mujer de Ben Affleck, Jennifer Garner, cumple sobradamente con lo que se le requiere. Me da tristeza ver a esta buena actriz tan olvidada y encasillada en la típica mamá de turno, sin peso ni chica ni limoná en la película. La actriz Zoe Saldana simplemente está correcta sin destacar en nada en concreto.
Un pasatiempo aceptable para ver en familia con las neuronas desconectadas.
Un saludo,
Tess