Qué sorpresa tan buena me he llevado con esta película, primera si recuerdo bien en la que el bueno de Mel Gibson hace de guionista. El actor es uno de los productores de la misma y se alía aquí con el que fuera su ayudante de dirección en "Apocalypto", un Adrian Grunberg en su primer trabajo como director que ayuda también a Gibson en el guión. El alumno ha aprendido muy bien de sus maestros, no sólo de Gibson sino de gente tan grande como Tarantino o Robert Rodríguez y sus influencias no se pueden disimular aquí. La película está filmada casi en su integridad en México y cuenta la historia real de "El Pueblito", una cárcel mejicana en la frontera de este país con USA en la que todo tiene un precio. El ambiente es asfixiante y claustrofóbico y a ello ayuda muchísimo una más que buena fotografía que nos hace casi sentir los malos olores, el polvo y la suciedad del entono de esta cárcel.
Mel Gibson está genial, cómodo y ben un papel que le va como anillo al dedo, está a sus anchas. Pero los actores mejicanos son los que están aquí para quitarse el sombrero empezando por el jovencito Kevin Hernández, pequeño prisionero de la cárcel junto a su madre, al que tienen entre algodones sólo por ser el donante idóneo del hígado que necesita el gran jefe mafioso dueño de la cárcel para poder sobrevivir. La madre del pequeño está encarnada por la mejicana Dolores Heredia de forma muy correcta y el gran jefe mafioso no es otro que el inmenso actor mejicano Daniel Giménez Cacho al que adoro de siempre. Todos ellos hacen que la película sea un entretenimiento puro y duro, un placer verla en VO, todo un soplo de aire fresco en este tipo de películas. Muy recomendable para pasar un rato más que entretenido.
Un saludo,
Tess
"Bueno, niños y niñas. No hay nada peor que un payaso triste. A menos que sea un payaso que se desangre internamente y que tosa sangre en tu dinero".