Media votos
5.9
Votos
4,593
Críticas
86
Listas
24
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de Monchita:
10
7.6
29,327
Romance. Comedia. Fantástico
Estados Unidos, Gran Depresión. Mientras Cecilia trabaja como camarera en Nueva Jersey, su marido se dedica a hacer el vago. Su única distracción es el cine, al que va una y otra vez para evadirse de la dura realidad y soñar con un mundo de champagne, trajes de noche y fiestas elegantes. Una noche, el protagonista de su película favorita, "La rosa púrpura de El Cairo", se fija en ella y atraviesa la pantalla para conocerla. (FILMAFFINITY) [+]
18 de mayo de 2010
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
En un mundo en crisis, no es fácil andar sin dinero. Siendo así, le dice el Corazón (ficción) a la Razón (realidad):
- Entonces viviremos de nuestro amor. Habrá algunos sacrificios pero estaremos juntos
En realidad, esas son las palabras que usa Tom Baxter, el personaje imaginario que se escapa de una película en busca del amor de Cecilia, una espectadora que, a su vez, está enamorada de él.
Se mezclan y se funden la realidad y la ficción. Cecilia necesita del cine para evadirse, para huir de un día a día gris oscuro; una manera de crearse ilusiones y de vivir en un mundo alternativo, aunque sólo sea durante la hora y media que, en general, duran las películas. ¿Y qué mejor forma de esquivar la existencia que fusionar la película con la vida y poder interactuar en el campo de los sueños? Porque aunque los sueños nos permiten actuar y enamorarnos, no podemos ser felices al 100%. Es sólo una vaga concepción, efímera, tarde o temprano hay que despertarse, que caer y romperse las narices de nuevo con lo que nos ha tocado vivir.
Y Cecilia tiene la suerte de fantasear con un amor puro, el que le confiere Baxter, un personaje ajeno a los hechos cotidianos, a la crisis, dispuesto a vivir del amor. Sin embargo, para los ricachones de Hollywood, que un personaje se haya fugado de una película supone astronómicas pérdidas económicas. El propio actor tratará de ganarse el cariño de Cecilia también para que Baxter no tenga nada que hacer en la vida real.
El señor Allen nos hace cómplices de la historia de amor con su ejercicio de metacine, con su homenaje al CINE y a esas personas que alguna vez soñaron con enamorarse (y enamorar) ciegamente de tal forma que no importe que uno sea ficticio y el otro no.
- Entonces viviremos de nuestro amor. Habrá algunos sacrificios pero estaremos juntos
En realidad, esas son las palabras que usa Tom Baxter, el personaje imaginario que se escapa de una película en busca del amor de Cecilia, una espectadora que, a su vez, está enamorada de él.
Se mezclan y se funden la realidad y la ficción. Cecilia necesita del cine para evadirse, para huir de un día a día gris oscuro; una manera de crearse ilusiones y de vivir en un mundo alternativo, aunque sólo sea durante la hora y media que, en general, duran las películas. ¿Y qué mejor forma de esquivar la existencia que fusionar la película con la vida y poder interactuar en el campo de los sueños? Porque aunque los sueños nos permiten actuar y enamorarnos, no podemos ser felices al 100%. Es sólo una vaga concepción, efímera, tarde o temprano hay que despertarse, que caer y romperse las narices de nuevo con lo que nos ha tocado vivir.
Y Cecilia tiene la suerte de fantasear con un amor puro, el que le confiere Baxter, un personaje ajeno a los hechos cotidianos, a la crisis, dispuesto a vivir del amor. Sin embargo, para los ricachones de Hollywood, que un personaje se haya fugado de una película supone astronómicas pérdidas económicas. El propio actor tratará de ganarse el cariño de Cecilia también para que Baxter no tenga nada que hacer en la vida real.
El señor Allen nos hace cómplices de la historia de amor con su ejercicio de metacine, con su homenaje al CINE y a esas personas que alguna vez soñaron con enamorarse (y enamorar) ciegamente de tal forma que no importe que uno sea ficticio y el otro no.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Al final no triunfan las fantasías. Cecilia (la Razón) decide que la realidad es más fuerte que la ficción; se decanta por el actor y rechaza al personaje (el Corazón). Y la realidad le volverá a golpear porque el tío es un egoísta embaucador. Pero Cecilia vuelve al cine porque en él se puede amparar pase lo que pase.
Si se me permite, he querido entender el refugio en el cine de Cecilia como una metáfora del amor. Vivamos de él, con sacrificios, pero estemos juntos. Voy a dejar a un lado los conflictos entre la Razón y el Corazón y voy a disfrutar del amor, de la felicidad que me da. Y de ti, por recomendarme esta película y hacerme comprender el valor de las pequeñas cosas. Porque esta fantasía será eterna.
Si se me permite, he querido entender el refugio en el cine de Cecilia como una metáfora del amor. Vivamos de él, con sacrificios, pero estemos juntos. Voy a dejar a un lado los conflictos entre la Razón y el Corazón y voy a disfrutar del amor, de la felicidad que me da. Y de ti, por recomendarme esta película y hacerme comprender el valor de las pequeñas cosas. Porque esta fantasía será eterna.