Posiblemente la primera película sonora sobre un psicópata, cuya interpretación por Peter Lorre no será superada en los 91 años siguientes de cine, siendo además un debutante en el cine sonoro a petición del propio Lang, quien es el que le pide que trabaje para él después de verle actuar en el teatro. Por una parte quieres matarlo para a continuación sentir una gran lástima por él. El ambiente decadente de los años 30 tiene una atmósfera casi opresiva y está muy bien plasmado en la película.

Es una película que no ha sufrido en absoluto por el paso del tiempo, y podría estar de actualidad ahora mismo, pues los debates que se generan dentro de ella continúan generándose hoy en día.

Fritz Lang viste al jefe del hampa como se vestían los oficiales de las SS, con lo que nos muestra de forma muy sutil su opinión sobre ellos. Cuando Goebbels un año después de esta peli le pide a Fritz Lang que dirija los estudios cinematográficos más importantes de Alemania, éste le responde que no puede porque su madre en realidad era judía y no católica, a lo que Goebbels responde que son ellos, los nazis, quienes deciden quién es ario y quién no. Lógicamente el bueno de Fritz huyó por patas y se estableció en USA siendo considerado hoy uno de los grandes de la Historia del Séptimo Arte.
Dentro del cine clásico esta peli es un must see.