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España España · Miranda de Ebro
Voto de la28:
8
Drama A mediados de los sesenta, en Washington, "Petey" Greene Jr. (Don Cheadle), un exconvicto convertido en inigualable locutor de radio, conmociona a todo el país. Gracias a Dewey Hughes (Chiwetel Ejiofor), director de programas de la WOL-AM, Petey afronta su inexperiencia y se convierte en un icono de la radio, superando en popularidad a disc-jockeys como Nighthawk (Cedric The Entertainer) y Sunny Jim (Vondie Curtis-Hall). Pero los ácidos ... [+]
9 de junio de 2009
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un día de 1960 un joven afroamericano, versado en todo tipo de drogas y bien cualificado para la delincuencia, cometió un atraco a mano armada. Nunca hubiera podido imaginar que aquel delito, además de llevarlo a la cárcel, supondría el primer paso hacia su conversión en uno de los líderes sociales más importantes de la comunidad negra de la historia reciente de EE.UU. Durante su estancia en la prisión de Virginia, este joven, llamado Petey Greene, pudo desarrollar su talento para seducir a la gente. Primero lo hizo con sus compañeros de prisión. Cada día, durante veinte minutos, se le permitía dar rienda suelta a su lenguaraz verbo y ejercitarse como pinchadiscos a través de la megafonía de la cárcel. La condena de 10 años le fue conmutada por libertad condicional, y en Washington, su ciudad natal, tuvo lugar la metamorfosis.
El recorrido de dicha trasformación es lo que se relata en Talk to me. Película desbordante, arrolladora, cargada de intensa vitalidad.
En plena efervescencia de la década de los sesenta, con los ánimos dispuestos a cambiar el mundo, la población negra de EE.UU. quería también hacerse oír. Entonces la radio seguía teniendo un enorme poder de difusión, y Petey, sin pretenderlo, convirtió su voz en un poderoso instrumento de movilización de masas.
En la cinematografía estadounidense, se puede considerar casi como un subgénero, dentro del biopic, las historias del nacimiento de un líder. Un título más reciente, Me llamo Harvey Milk, retrata el proceso de otro joven hasta llegar a ser uno de los primeros abanderados del movimiento gay. Sin embargo, este filme, aunque correcto y con una excelente interpretación de Sean Penn, es convencional y plano. Mucho más interesante es el tratamiento dado al protagonista biografiado aquí, porque junto a la ebullición social de aquella época, incluido el trauma causado por el asesinato a Martin Luther King, se describen también los cambios interiores de Petey, con sus claroscuros, que le ocasionan los acontecimientos externos. La directora, Kasi Lemmons, consigue imprimir un ritmo ajustado; incluso al variar de tono no lo deja caer y nos lleva, sin dejarnos pestañear, desde la ácida comicidad hasta un dramático y palpitante tiempo histórico. Trabaja con material de primera. Unos actores sobresalientes: Don Cheadle encarnando al excesivo Petey; Chiwetel Ejiofor como Dewey Hughes, descubridor del carisma del ex convicto; el siempre interesante Martin Sheen y un restante acertado reparto. El guión, salpicado de diálogos cáusticos e hilarantes. La banda sonora, imprescindible.
Sorprende que siendo un filme accesible a un público mayoritario, con interpretaciones “oscarizables” y estrenado en el Festival de San Sebastián, su distribución posterior en España haya sido tan nefasta. Solamente 1633 espectadores han pasado por taquilla.
la28
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